#CARTAS A UNA #MADRE · Libre y Revuelto

Escribir, mi love afffair matutino en el closet.

¿Que noticias tengo para contarte? pues mamá un par de novedades,  haciéndome más a la idea de vivir con RP (Retinitis Pigmentosa) No es fácil, eso de reinventarse es un reto (que no vengan a vendernos la idea de que está chupado) , ya puedes escuchar el segundo episodio en @Mudadospod.

Contarte sobre mi “affair”, siento como si me estuviera volviendo a enamora con la idea. Antes, mi definición de entretenimiento… como te puedes imaginar me gusta, me entretiene. Ahora es como un amor clandestino, que me lleva a levantarme, complacerme y a excitarme haciéndolo todas las mañanas.

El tema de escribir es como un amor clandestino, un affair, porque a diferencia de lo que tradicionalmente se asocia a los escritores, no soy ni buena en ortografía, ni en redacción y fallo en la gramática… ups…y me da vergüenza.  Entonces, como diablos se me ocurrió esto de escribir…porque me gusta el sonido de las teclas del computador cuando son presionadas por mis dedos, en el silencio de la mañana, porque me permite soñar, me permite crear, puedo y tengo fe en que es útil.   En resumen, ¡porque se me da la gana!

Lo otro es que siempre se me dijo, que para escribir hay que ser un buen lector y leer literatura.  Pues yo no me considero así, durante muchos años pensé que no era buena lectora.  He descubierto que me gusta leer, del tipo cuento corto y novela histórica, la ficción en formato cuento, los textos que hacen la historia fácil, y especialmente me encantan los libros de crecimiento personal.

¿En serio?

Si, en serio, sorprendida o con una sensación de guacalá, pues si, esos libros me gustan.  Esos para wanna be de psicólogos; esos mismos que algunos llaman de autoayuda o psicología barata; esos que algunos critican diciendo que son para los anaqueles de los supermercados. 😉 exactamente esos. Como todo en mi vida las dos anteriores deben tener la explicación en la mezcla de lo que me gusta. Entender la diversidad y la historia de la humanidad, como hemos formado nuestra historia, como entendemos, como pensamos acerca del mundo que nos rodea y los sentimientos humanos.B194737E-E147-4350-A1D5-F99FDA0A9AC4

¿Qué es lo único que puede diferenciarnos en un futuro de la IA (computadores inteligencia artificial)?  Yo creo fielmente que es mantener vivas aquellas singularidades que nos hace humanos, nuestra mente emocional y la capacidad creativa.   Créeme leer sobre crecimiento personal ¡Es súper divertido!   Si… yo se…  ya me lo han dicho antes.  Que estoy súper rayada también, pero al que le gusta le sabe y al que le guste seguirá leyendo.  Al que no pues… a otra cosa mariposa como dicen en España.

Todo empezó con el libro ese que te conté en el post donde defendimos el tigre, el de finding your element y luego llego a mi vida el libro: Becoming a writer de Dorotea, ella y sus ideas locas.   Estaba tan feliz en el tren, estaba tan feliz mientras leía el libro, me sentía como enamorándome de nuevo.

Verme enamorada de nuevo, reluciente y con ganas de esconderme para mi love afffair matutino.  Pero algo paso… desafortunadamente mi marido no estaba feliz… pareciera que no entendía que pasaba. Yo tenia tantas ganas de llegar a casa y esconderme a manosear el teclado… a escribir.  Quería seguir las ideas locas de Dorotea, tenia ganas de empezar mi rutina como decía el libro y en las mañanas darme la oportunidad de creer que puedo llegar, hacer eso que tanto me atrae.

Me había enviado un regalo (el monomíto de J. Campell), especialmente para mi niña interior, para motivarla a seguir su sueño y darle esperanzas.  Pero no sé en que momento llegar a casa tenia que volverse un drama por un pinche regalo.  Se notaba que a mi esposo del todo no le gustaba la idea de encontrar un regalo que no reconocía, pero porque tenia que percibirlo de la peor manera, como un tema de affairs… Estaba tan enfocado en lo que no entendía, que estaba haciéndose sordo y no escuchando, peor aun no enterándose de mis sentimientos, o mis razones reales.   El solo repetía “Quien diablos esta mandando regalos en papel costoso y mensajes románticos a mi casa, y a ti que te ha dado por levantarte, y esconderte en el closet a primera hora de la mañana quien sabe a chatear con quien…”  Yo respire profundo y  dije: “Okay… imagínate lo que quieras”, lo dejé así, él con sus percepciones… Yo tranquila me fui a la cama, además tenia más ganas de sentarme a escribir que de explicarle.

A las 4:30 de la madrugada me despertaron las ganas otra vez, pero esa mañana, si logre levantarme, salirme de la cama y sentarme en mi refugio, esconderme debajo de mi manta, para así ponerme a escribir.

maquina de escribirMe recordo esa temporada larga en el hospital, cuando era adolescente, el médico me pregunto que quería que me trajeran para hacerme mas llevadera la hospitalización.  Le contesté una máquina de escribir portátil y papel.  Recuerdo como fue abrazar ese aparato contra mi pecho y decirle cuanto lo quería, y tener papel en blanco para poder escribir mi poesía, esas dos cosas eran lo único que quería.    Eso seria lo que me sanaría y de hecho me ayudo mucho a llevar esos días en el hospital, a recuperarme.     Decidí hacer un pequeño libro donde escribía poemas que me iban saliendo al pasar lo días de hospitalización.  Era una máquina marca Brother, me acuerdo.   Esa máquina te la había regalado mi tío, cuando iniciaste la universidad (por allá en los años 70s).  Me preguntas: ¿Tanto querías esa maquina?  La respuesta es: Mucho, mamá. Me dolió cuando la desapareciste.  Fue la primera máquina en la que escribí y descubrí lo que me gustaba el sonido de las teclas, era yo una niña.

Volviendo al tema de escaparme de la cama temprano en las mañanas y el ejercicio de levantarme a escribir.  Que ¿De donde salió esta idea?… Salió del libro de Dorotea.  El libro sugería que una la primera tarea que debía hacerse, para empezar el camino de escribir, era levantarse muy temprano en la mañana y directo a escribir.  El libro dice “la primera cosa que se hiciera en la mañana, antes de tener contacto con el mundo exterior, antes de hablar con alguien, es sentarse a escribir.”

La idea me quedo sonando, se me hizo atractiva y posible.  Para mi seria un alivio si logrará escribir y dejar fluir (out-of) de mi cabeza todos los pensamientos e imágenes que me despiertan, en mis sueños o en mi estado de estupor en la mañana.  Lo que pasa es que cuando me despierto, y me ha pasado toda la vida, mi cerebro se enciende en modo creativo.  Pone una escena de una película o un cuadro con personajes cada mañana.  En ese momento, se que no estoy durmiendo, porque puedo hacer todo un proceso de racionalización y crear más personajes, ponerlos a hablar e imaginar situaciones, además percibo todo el peso de mi cuerpo, y la falta de reacción de mis músculos porque están totalmente relajados.  En ese estado de adormecimiento el único despierto es mi cerebro por mi imaginación, el resto de mi cuerpo esta durmiendo.   Siempre he tenido la costumbre de que cuando estoy en ese estado, no abro los ojos, en ese momento trato de mantener ese estado, mi cerebro puede estar así por al menos 2 horas.   También lo hacia porque era la clave para volverme a dormir.  Pero ahora quiero usarlo y en vez de volverme a dormir quiero sentarme a escribir.

Volvamos a situarnos en ese estado de estupor (adormecimiento). Intentare describirte como funciona, en medio de la noche o a la madrugada mi cerebro se despierta, revisa mi entorno por medio del oído y la percepción sensorial de mi piel y mi nariz, sigo estando en la cama, confirmo que no estoy soñando y que mis músculos están totalmente relajados. Si otra persona me viera diría que estoy dormida.  Pero mi cerebro esta despierto, percibo el “silencio” de la noche, los sonidos a mi alrededor, las voces de los que hablan en la calle, el sonido de los coches y cualquier sonido.  Puedo concentrarme y siento el latido de mi corazón, soy consiente de mi respiración, escucho la respiración de quienes duermen alrededor mío, escucho el sonido de mi propia respiración y se siente tan bien.  Como no quiero abrir los ojos, y tampoco quiero moverme mucho porque me pesan los músculos, y para no despertarme completamente.  Me concentro en percibir y seguir respirando suavecito, en quedarme en la cama manteniendo la relajación muscular.   En ese estado, empieza una de las cosas mas entretenidas que he tenido toda mi vida, es cuando toda la magia empieza, mi imaginación viaja libremente y me monta unas películas que son geniales.  Es uno de mis secretos mejor guardados, esto nunca se lo había contado a nadie (okay… solo lo sabia mi esposo, pero porque duerme conmigo y empezó a percibirlo, a notar los cambios en mi respiración.)

Como te decía, ese momento tan mío en las madrugadas, ha sido mi secreto toda la vida desde que era una niña.  Cuando ya han pasado unos minutos de escuchar el latido de mi corazón y empieza mi cabeza a ser un cinema o una obra de teatro (según le permita a mi imaginación fluir). Sin la barrera de racionalizar o el pensamiento consciente, mi imaginación toma el control y vuelve mi cerebro su escenario.   En ese estado de estupor en las mañanas he entretenido a mi imaginación toda la vida y en algunas épocas hemos sido muy felices, en otras ha sido un problema.

El volverse adulto y empezar a trabajar más el tener responsabilidades por pagar recibos, levantarse a hacer turno a primera hora de la mañana o el ambiente ejecutivo-corporativo, fueron cambiando ese momento en las mañanas y cada día a medida que me hacia más adulta se iba perdiendo la capacidad de disfrutar ese estado. Eran cada vez menos las oportunidades de disfrutar de mi imaginación y de ese estado de adormecimiento.

También había pasado que en algunos momentos se volvía agobiante, porque me llenaba de sensaciones, en esa época no tenia un buen reconocimiento de emociones.  Todas las asumía como mías, algunas no las entendía, en esos días, no había crecido lo suficiente en reconocimiento emocional (self-awarness) y me confundía en medio de tantos sentimientos.  Entonces… pues no lo llevaba bien, había días muy oscuros, muy poco productivos, mi imaginación me cansaba; entonces decidí encontrar una manera de controlarla y empecé a practicar el trabajar hasta el cansancio extremo (ejecutiva mega-ocupada-estresada) para no despertarme fácilmente en la madrugada.  De esa manera lograba empezar tan temprano en la mañana que era fácil evadirse en el estrés del trabajo y salirse de la cama inmediatamente suena la alarma, no había espacio ni un minuto para pensar en mi ser interior, no había tiempo para disfrutar del silencio o la imaginación, era en modo: café, teléfono, correos, Transmilenio o carro, trancón y directo a trabajar.  Llegar en la noche agotada y directo a dormir. Había anestesiado algo.

¿Cómo me fue con es estrategia?

Por un lado, me fue bien.  El hecho de que mi cerebro se despertara temprano a la madrugada y yo me saliera de la cama inmediatamente a ocupar mi cerebro en trabajar o hacer tareas relacionadas con la empresa, me hacían muy productiva.  Adicionalmente me buscaba retos nuevos relacionados con el trabajo para entretener a mi imaginación, aprendí mucho. Me entrene en muchas cosas relacionadas con empresa y el negocio. Buscaba retos de aprendizaje y sobrecargarme con proyectos, de esa manera me entretenía y mantenía mi mente ocupada, el cansancio me tumbaba, me anestesiaba emocionalmente y me hacia muy productiva para una empresa.  Me ayudo a tener éxito, a ganar mejor sueldo, mejores comisiones y me llevo a ser muy competitiva.  Pero… también me fui desconectando de mi ser interior, me fui volviendo otra persona que no era yo, fui asumiendo el sueño de alguien más.  Te acuerdas mamá cuantos días de la madre ni me acordaba porque estaba aún en la oficina trabajando, cuantos fines de semana estaba con mi computadora respondiendo correos mientras todos cenaban en familia, cuantas veces te respondí no puedo porque mi trabajo es muy importante, cuantas veces no te escuche ni a ti ni a nadie porque era más importante el teléfono corporativo, no tenia tiempo para pareja demandante, cuantos novios tenia solo para entretener unas horas del fin de semana porque no tenia tiempo para comprometerme, mi trabajo y mi carrera se habían vuelto lo único de lo que sabia y lo único de lo que podía hablar.  Fui llenando las expectativas de otros y no me volví a conectar conmigo misma, no volví a saber como era mi ser interior.   Eso también me llevo a perder la empatía, a perder conexión y sensibilidad hacia los demás.   Me fui quedando sola porque logré tenerme entretenida todo el día trabajando, ya no tenia identificación con mi ser interior y en mi no se percibía nada natural, siempre mandaba a mi burnoutrepresentante.  Un día hice un bajón de defensas, hice una crisis nerviosa y terminé otra vez hospitalizada, ese día me di cuenta de que me había quemado, que había llevado el tema de ser adicto al trabajo al extremo.   Mi niña interior grito muy fuerte, me llamo la atención, me hizo parar para pensar que estaba haciendo.  Ya en ese momento habían pasado 10 años de vida profesional, estaba en edad de ser adulta.  De forma adulta debía encontrar la manera de reconciliar lo que reclamaba la niña interior, su momento para la imaginación.

En mi edad adulta, buscando reconectar conmigo misma y mejorar mis relaciones interpersonales. Descansando e intentando relajarme para disminuir el estrés al que me había sometido, mi imaginación regreso. Al principio ayudo mucho. Pero luego paso de nuevo, que no supe que hacer con ella, otra vez me empezó a agobiar.   Porque pensaba en el trabajo o en los conflictos de la vida de adulto responsable y toda la insatisfacción que aun me quedaba dentro sin saber porque….   Otra vez busque una forma de negociar y manejar mi imaginación evadiéndola en algo, esta vez fue estudiar, viajar y vivir en el exterior.  Pero solo hasta que llego a mi vida la Meditación, fue que encontré la mejor negociación, fue como una formula mágica.  Logre a través de la meditación el enfocarme solo en percibir mi respiración y traer mi mente siempre a mi respiración, saber cuando dejo a mi imaginación fluir y que se despliegue en todos sus mundos o personajes, sabiendo como traerla de vuelta a la realidad y enfocarme solo en respirar.

vipassana1Lo que he aprendido de la meditación es: reconocer ese potencial creativo en mi, disfrutar de las historias que crea mi imaginación en tiempos controlados, identificar los sentimientos, clasificarlos, llamarlos por su nombre, saber cuales son de origen propio (self-awarness) y cuales son de otra fuente externa, cuales son imitados o contagiados (por mi alta empatía percibo y me contagio fácilmente de los sentimientos de otros), de esa manera logro disfrutar y entender mejor, logro relacionarme mejor con mi imaginación y siempre volverla a traer a la respiración, enfocándola.

En este presente, la imaginación es parte de mis herramientas de vida, la uso para ayudarme a encontrar formas de relacionarme mejor con las personas, a pausar mi dialogo interno y solo imaginarme observando o descubriendo, también para visualizar de forma positiva los objetivos; con mi imaginación creo mapas o diagramas, recopilo lo útil que me dejo el día. La meditación me ayudo a identificar y disminuir el revuelto emocional y no quedarme con la pesadez por los sentimientos, logro volverme a enfocar en solo respirar y utilizar mis recursos para solucionar el presente.

Ahora entiendes porque te decía, que si logro escribir en las mañanas para mi seria un alivio, porque la idea de Dorotea de sentarse a escribir fue maravillosa, y me viene perfecta.  Me permite reconciliarme con escribir, es como volverse a enamorar, me da la oportunidad de comunicarte todas estas cosas, me ayuda a dar uso a mi imaginación y a darle un mejor uso cada día.

Como te puedes dar cuenta mis madrugadas pueden estar llenas de imaginarios, y tener todo un novelón en mi cabeza.  Por eso cuando leí en el libro de Dorotea, un párrafo que decía: a los autores les pasa eso llamado day dreaming, me sentí identificada y esperanzada. Dorotea propone que lo primero que haga es levantarme a escribir sin hablar con nadie y dejar que la imaginación hable.  Sentí que había encontrado una oportunidad, eso y masturbarme podían ser como lo mismo.  Si funcionaba podría contarle a alguien todas esas historias que mi imaginación me contaba solo a mi en mi cerebro como teatro….  Podría por fin contarle a mi esposo como funciona … y compartir todas las historias que se me ocurren de nuestros momentos juntos, encontraría una forma de traer todo eso al exterior, y así poder vivirlo juntos.  Mi esposo entendería que no hay un fulano enamorándome por chat, o un extraño mandando regalos, que soy yo misma y mi imaginación con sus ideas.

Me digo a mi misma: “si quiero que funciones debe ser cuando mi cerebro se despierta, debo poder utilizar lo mejor que pueda ese estado de estupor en las mañanas.”   Cerré el libro y lo dejé así…   A la mañana siguiente…. Que pajazo mental el que me metí, no te imaginas el placer que sentí.    Igual que todos los días de mi vida… mi imaginación despertó a mi cerebro a la madrugada, igual que todos los días procedí a quedarme en la cama, la misma rutina… percibir el latido de mi corazón, y lo que ya te expliqué.  Esta vez, sin abrir los ojos me salí de la cama, sin pronunciar palabra, me metí en mi closet, me cubrí con la manta, me senté con el portátil en las piernas.  Con los ojos cerrados, me imagine que miraba hacia adentro de mi cabeza, como si me pudiera sentar en la parte de atrás, como si hubiera una silla en mi cerebelo y mi hueso frontal fuera la pantalla. Dejé a mi imaginación presentar lo que ella quisiera… y mientras tanto mis dedos escribían. ¿Cómo haces para escribir con los ojos cerrados? Hoy en día existe una cosa que se llama asistentes de voz para personal con visión reducida o invidentes.

Ese día mi imaginación trajo al escenario, la imagen de una escritora, una mujer bella, de cabellos largos y piel canela, movimientos femeninos delicados, sus formas son curvas bien contorneadas, semidesnuda irradia belleza, despertándose temprano en la mañana, se prepara su café, camina a su estudio y la vez sentándose a escribir. Se le ve sonrosarse, se le ve sonreír, le brillan los ojos, mueve los labios y los humedece, los muerde un poco, parece que le excita, parece que le gusta y lo disfruta.   La sola imagen, el saber que soy yo en mi imaginación, me excita. Esos son los regalos que me da mi imaginación.

Ahora quien también lo disfruta es mi esposo, porque después de escribir vuelvo a la cama y me le monto encima… ahora tengo historias para contarle en las mañanas…  vuelvo a la cama a despertarlo con besos, con ideas y a compartir lo bien que me siento.  Que rico es eso de sentirse enamorando de algo. 😉

Querido lector, comparte conmigo tus comentarios  !Muchas gracias!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

#CARTAS A UNA #MADRE

Te acuerdas de enero del año pasado, estábamos esperando el día del eclipse.

Empezemos con músiquita. “…yo quiero habitar en ese mundo que vives tu, déjame soñar con el embrujo de tu sonrisa…  mi Diosa humana, mi reina linda.  Mi Diosa humana, mi gran amor, mi sentimiento solo es de ti, dueña de mi alma… En el mundo que hice para ti hay un templo en tu honor…”   Esa es parte de la canción de Miguel Morales.  El vallenato es una expresión del sentir y de la poesía popular, es una de las máximas expresiones de la música colombiana, y era parte de la música que a ti te encantaba escuchar.

Madre mía… Cuanto extraño escuchar tu voz y escucharte cantar, es demasiado.  Me ahogo en el anhelo de escucharte sonreír, me consuelo y trato de respirar buscando todos los archivos de audio que pueda encontrar en tu antiguo celular, repitiendo una y otra vez los mensajes de audio que me enviabas por el what’s app.   Me refugio en mi imaginación y en reproducir en mi mente tus canciones y traer los recuerdos de nuestras largas conversaciones tratando de arreglar el mundo o arreglarle la vida a los demás… me entretengo en recrearlas y en tratar de escribirlas para tenerlas guardarlas, antes de que se me olviden los detalles.

Y como dice la canción “los caminos de la vida no son como yo pensaba, no son como imaginaba…tampoco que se me muera mi vieja, pero que va si el destino es así…” y así fue mamá. Cantando vallenato dejaste el oncólogo hablando solo, luego solo nos dejaste preguntarte que querías, escogiste no seguir sufriendo con la quimioterapia y prepararte para morir.

Te acuerdas de enero del año pasado, yo estaba sentada al lado de tu cama viéndote morir, acompañándote a esperar la muerte, ciudadano de ti y cual guerrero defendiendo tu fortaleza (tu espacio y tu voluntad de como querías morir).   Querías estar en tranquilidad, en silencio, rodeada de las personas que tu escogiste y querías sentir cerca, en paz, en tu habitación y en tu casa.   Yo tengo en mi memoria grabados esos días de enero, tu voz, tus ultimas sonrisas, tus ultimas palabras, las ultimas veces que comiste ternera y le diste carne masticada a mi primo, tus pequeñas alegrías a pesar del dolor, tus intentos por a hacer las cosas a tu manera y a acomodarte como te pareciera a ti, como tu quisieras hacer e intentando levantarte de la cama hasta gastar la última gota de fuerza en tus piernas.  Era como tu quisieras, no como a mi o a los otros nos pareciera.  Tu sonrisa cuando aun abrías los ojos y veías a tus hijas, tu hermana o a tu hermano, o a tus amados sobrinas y sobrinos.   Recuerdo mis esfuerzos por lavarte y secarte el pelo en la cama, por mantenerte limpia y perfumada como te gustaba, valía la pena porque disfrutaba verte sonreír cuando llegaba la visita o las enfermeras y decían: “Pero como está de linda parece una princesa” y tu te regocijabas de gusto por un ratico, y respondías con una luz que iluminaba tu rostro y una gran sonrisa en los labios “muchas gracias, así no ven tan enferma”.    Recuerdo tu rostro tranquilo esos últimos días que ya no hablabas, con dificultad respirabas, los últimos días que abriste los ojos estábamos en casa y un día me preguntaste “Natalia… ¿todavía estoy viva? Y ¿estoy en mi casa?, la respuesta a las dos preguntas era si.   Recuerdo tu cuerpo volverse más pesado cada día por el edema, recuerdo la última vez que te vi llorar con los ojos cerrados y sin hablar, solo rodaban las lagrimas por tus mejillas, yo no podía hacer nada, solo decirte cosas bonitas y recordarte que fuimos felices, que tuviste una buena vida, que te amamos, que muchas gracias, que eras un ejemplo para toda una generación de mujeres… y con delicadeza limpiaba tus lagrimas.

Aun me aterra el recuerdo de la última noche y el ahogo de los últimos momentos.  El tejido epitelial expuesto en tus heridas porque el cáncer ya se empezaba a comer tu piel, cuando te silenciaste, el cambio de tu respiración a un ronquido superficial, con silbidos cortos, cada vez más forzada y sinuosa; los gestos de dolor, las arcadas tratando de capturar una gota de aire, el sonido como un grito hacia adentro de la respiración por el ahogo de la muerte arrancándote el alma, los movimientos de tu pecho como si intentara levantarse, como si algo te estuviera halando del pecho y el silencio en tu pecho cuando se esfumo tu respiración.  La noche más oscura de mi vida, pero el amanecer nos acompaño decorándose con un efecto naranja y las nubes reflejaban una luz roja.  El cielo te recibía con un eclipse de luna entre las 5 y las 6 de la mañana.  A las 6 horas y 15 minutos de la mañana, acerqué el fonendoscopio para buscar latidos o sonidos respiratorios y no encontré signos vitales, ya no estabas en ese cuerpo.  Nos empezaste a prepar para recibir a la muerte desde el primer día del año nuevo hasta el día del eclipse, se fueron juntas.

Fue muy difícil verte morir… muy doloroso, desgarrador y abrumador. Llego un momento que me temblaban las piernas y sentía un frio helado apoderarse de todo mi cuerpo, quería gritar, pero de que servía, estaba desesperada soy enfermera y se que pasa, pero no estaba entrenada para verte morir, no podía hacer más nada había seguido las indicaciones como me dijo la doctora… pero me sentí desmayar y no aguante más estar en control de mi misma o sentirme cuerda, entonces me acurruque al lado de tu cama y en posición fetal me puse a llorar.  Inmediatamente entro mi esposo a la habitación y me abrazo, me cubrió con una manta, me levanto del piso y me dijo “ya paso, ahora trata de descansar, yo me quedo aquí con ella esperando que llegue el medico para el certificado”   Fue duro, pero yo había presenciado un acto de valentía por parte tuya, el prepararte para la muerte, enfrentar el dolor de la agonía intentando sonreír y de algún modo hablar de ello, y aceptar el recibir a la muerte en tu casa para que viniera por ti.   Yo creo que también nos dejaste lecciones y consejos, que podemos compartir con las personas, finalmente nuestra filosofía siempre fue… a pesar de lo doloroso siempre es mejor quedarse con el aprendizaje.

Que me enseño ese enero del año pasado:

Siempre ser agradecido, recuerdo ese primero de enero, gaste todo el tiempo que podía, entre rezar y las labores de la casa y en mantener tu habitación en silencio. Te veía dormir en una paz y placidez, además no querías escuchar nada de ruido, solo querías escuchar los canarios que ya habían empezado a cantar y parecía que querían hacerlo todo el día.  Te había visto debilitarte mucho en el último mes, los bajones de presión, el edema impresionante en las piernas, pero no nos habías permitido llevarte al medico para no dañar las navidades y al año nuevo.   Ese primero de enero a mi solo se me ocurrió rezar, rezar y rezar, meditar y repetir en mis oraciones, que por favor tuviera la fuerza para lidiar con todo.  No lograba quitarme el sentimiento de angustia, decidí hacer un ritual, imaginándome que hablaba con la luz dentro de mi pidiéndole ayuda, me imaginé hablando con mi abuela y con mis tíos que ya están muertos pidiéndoles ayuda y apoyo, pues ellos ya habían pasado por eso.   Me imagine ángeles de luz blanca llegando a la casa, visualice una imagen con muchas burbujas grandes de luz blanca alrededor de nosotros personas que queríamos y visualice una lluvia de copos blancos con luz blanca en nuestra casa, imagine que todo el universo venía a ayudarnos y acompañarnos.  Debemos dar las gracias, porque fueron muchas las personas que ofrecieron ayuda, durante todo enero vinieron con su respeto por nuestro silencio, con compasión por nuestro dolor y respetando la paz del ambiente en el que querías morir.  Todos vinieron con buena voluntad, nos ayudaron con las tareas diarias de la casa, me dieron de comer cuando se me olvidaba comer, me recordaban cuidar de mi y nos apoyaron con el trabajo de cuidador para que yo pudiera ir haciendo la lista que me pediste y dormir a ratos.    Ser agradecido porque cuando uno pide ayuda al universo y la recibe, es tan valioso como recibir monedas de oro.

Respetar las decisiones del agonizante y del ser querido, desapegarnos a nuestro deseo de tenerlos vivos junto a nosotros y dejarlos libres para que decidan sobre su cuerpo, su vida y su dolor.  Tenias las piernas tan hinchadas, eran el triple de su tamaño y no bajaba el edema con medidas de calor o compresas, te ahogabas y a ratos parecía que se te olvidaba respirar, y en un momento tomabas aire profundo y con gemido de dolor, como queriendo salir del ahogo. El cáncer ya había invadido tu cuerpo, te estaba a dando problemas en los pulmones y probablemente en los riñones.  Estaba frente a la realidad y al aviso de que, el cáncer ganaba pronto la batalla, si no se iniciaba quimioterapia urgente, el tiempo era un solo tic tac, a contrarreloj.   Te propuse ir a el centro oncológico de urgencias y pedir que te dieran quimio urgente y te dieran soporte vital, pero me dijiste clarito “No me joda más, no voy a ir a urgencias y no me voy a dejar hospitalizar” Es tan duro de entender para uno que es el que se queda vivo, pero ahora trato de entender tu dolor…  ya no querías más quimio, no querías más tubos. Volviste a recordarme lo que habías decidido desde septiembre, que no seguirías enfrentándote a los efectos colaterales y era peor el debilitamiento que daba la quimioterapia. Por eso preferías vivir lo que te quedara con la familia y en tu casa.   Me tocaba a mi decidir que actitud iba a tomar, y yo decidí quedarme hasta el final y apoyarte en tus decisiones mamá, porque era tu vida, era tu dolor, era tu cuerpo…  Yo no podía imponerte mis deseos, por respeto a la fuerza y la libertad que siempre ejerciste.  Mi dolor no me daba autorización de arrebatarte lo más apreciado por ti. Yo no no tenia ningún derecho a quitarte tu poder más bien conservado, la capacidad de decidir sobre tu vida y tus cosas.    Yo acepte respetar tus decisiones, honrarlas, las valide, y ayudarte a crear “la manera en la que tu querías morir” no era mi historia, era la tuya, te pertenecía a ti hasta su final.

La lista de tareas y de pendientes.  Te acuerdas que a partir de ese primero de enero empecé a velar tu sueño, a vigilar tus noches, me trasladé a tu habitación para estar cerca de ti en la noche.  Recuerdo la noche de la lista, eso nunca se me va ha olvidar en la vida, y es de las cosas que más te agradecí en los días posteriores a tu muerte.   Esa noche probablemente ya sentías que se acercaba “la pelona”.  Me despertaste a la madrugada, me decías con la voz delgadita y suavecito “Natalia, Natalia agarre una libreta y anote, vamos a hacer una lista, le voy a dictar una información y por favor concéntrese apunte bien todo”.

Yo te respondí “mamá, son las cuatro y media de la madrugada, no podemos escribir la lista mañana”

“! No! Es que mañana no me sirve, porque no quiero que nada se me olvide.  Deje la pereza y agarre la libreta y escriba lo que le dicto.  Ah… y necesito que en las tardes se concentre en completar la lista de tareas y averiguar toda la información que le voy a pedir, yo busco quien me cuide por la tarde y usted me trae razón de las tareas a las 6 pm todos los días” Esa eras tu mamá… como no tenia sentido argumentar, busque la libreta, me senté al lado de tu cama y me puse a escribir.  Empezaste a dictar una lista de actividades y lugares para visitar, e ir a pedir estados de cuenta o información.  La lista era principalmente: infórmese de este tema, infórmese de los tramites para hacer esto, haga un listado de las deudas o cuentas por pagar, pida certificados de paz y salvo aquí y allá;  me dijiste cuales eran tus planes para pagar esas deudas, me explicabas como administrabas el dinero, me diste un alista de personas que debían pagarte dinero para ir a cobrarles, me diste una lista de documentos que debía recoger en oficinas publicas y me diste instrucciones precisas de ir a averiguar e informarme de procesos que habías iniciado.   También me dijiste a quien llamar para decirle que estabas enferma, me diste una lista de a quien querías ver si o si, para que los hiciera venir.  También me diste la lista de a quien no debía dejar entrar en la casa; me diste las indicaciones de lo que querías.  Me dijiste “Natalia, solo quiero estar en mi casa, que no me llenen de tubos, no me deje llenar de tubos.  Quiero estarme aquí tranquila, que no me hagan ruido, solo quiero escuchar los pajaritos y los canarios, y déjeme dormir. Ahora usted ya esta a cargo, haga cada día algo de esa lista y venga si tienen preguntas o dígame que va haciendo cada día.  Busque quien le ayude para cuidarme, que no me molesten mucho, no quiero esto lleno de curiosos o de gente chismosa, vienen solo a novelería a estar sentados tomando tinto, pero no consuelan y tampoco se callan”.   Yo asenté con la cabeza y te dije “entendido mamá, desde hoy me pongo en ello”.  Terminé la lista y al día siguiente la volví a leer para empezar las tareas. Incluso me dijiste a quien llamar para el tema del seguro funerario, el velorio y el entierro.  Hacer una lista y tratar de dar información o tener información sobre solo lo importante, yo le agradezco infinitamente mamá haberme despertado y dejarme algunos puntos claros.

Tener cerca nuestros hijos, aquellos a quienes amamos y los amigos verdaderos.   Las dos primeras llamadas importantes era para dos mujeres que habías tenido cerca siempre y las amabas con cariño de madre.  Llame a mi prima y a mi hermanita adoptiva.  No es fácil llamar a una persona la primera semana de enero y menos para hablarle de planes funerarios.  Como decirle que su ser querido se esta preparando para morir y que se va a morir en los meses venideros o días; contarle la historia y decirle que la mamá nos esta pidiendo que nos preparemos para su muerte, no es fácil y las mejores palabras para decirlo nunca llegan.  Creo que mi hermanita (que vivía en Bogotá), no me entendió bien del todo en esa primera llamada.  La verdad no quise contarle la realidad de forma cruda, traté de contarle los hechos:  que tu me habías pedido que la llamara y me habías dado una lista de deberes, que estabas muy enferma y que querías verla.   Ahora pienso en lo difícil que debió ser para ti, ver a tu familia sufrir, ver llorar a tus hijas y sentir el dolor físico, más la dificultad para caminar, para moverse y para respirar.  Tratando de decirle a la familia la realidad y ayudarnos a aceptar que íbamos a esperar y a recibir la muerte en la casa.  Yo traté de utilizar el lenguaje menos crudo y menos dramático cuando hablaba con la familia… o tal vez fui demasiado fría, o muy evasiva, o me refugié en hablarles con tecnicismo para hacerlo menos difícil.  Recuerdo cuando vi esa tomografía de tórax y abdomen con contraste, en ese momento me arrepentí de haber aprendido a leer TACs, porque entendí lo que había en esas imágenes y si era claro que el tumor estaba en todas partes.  Entonces con todo el amor que teníamos en el corazón por ti, cada una de nosotras y nosotros tomamos nuestro tiempo y momento alrededor de tu cama, hicimos labor de cuidador y buscamos tiempo para acompañarte, hacerte masaje, prepárate lo que quisieras comer, verte dormir y estar alrededor de tu cama, para que sintieras nuestro amor rodeándote por todas partes.

Ay mamá… después de leer lo que escribí me doy cuenta de que siempre lograste inspirarnos, que fuiste, sigues y seguirás siendo un ejemplo para la generación de mujeres que te conocimos y te admiramos.    Me doy cuenta de que encontré una manera de integrarte a mi y de buscar tu voz… de mantener vivos mis recuerdos.  Nos dejaste muchos aprendizajes y ahora eres parte de nosotros.  Una de las grandes lecciones que nos dabas es que uno de todo en esta vida aprende, que no importa lo doloroso que sea nos levantamos y continuamos; que las mujeres debemos estudiar, trabajar y ser independientes porque una mujer debe evitar la dependencia y aprender a valerse por si misma para conseguir sus objetivos propios;  siempre gobernaste tus cosas y nos enseñaste que el mejor regalo que le puedes dar a una mujer es la oportunidad de decidir sobre su propia vida y perseguir sus sueños.  Siempre decías, que uno se muere el día menos pensado, por eso siempre recomendabas mantener el cerebro ocupado, pensando, resolviendo sudokus o estudiando, y que lo importante era aprender para trabajar honradamente.

Todas esas cosas y lo que te escribo mamá, me ayuda con la percepción de que eres parte de mi. Escuchar la música que te gustaba, encontrarme con las fotos, los recuerdos de tu voz…  En los pequeños detalles del a vida siento que está tu presencia, tu espíritu esta conmigo o que vives en mi.  Como dice Liz Gilbert en su post “yo he sentido su presencia estrechándome y acercándose más a mi.  Pero ahora, gracias a Dios, yo siento como si ella estuviera en mi. Yo siento, en una cierta extensión que ella se ha vuelto yo y que yo me he vuelto parcialmente ella. Ella fortifica y me guía. Cuando necesito su amor y su consejo, lo puedo encontrarlo en mi misma, pero en su propia voz… una criatura que es parte Liz, parte Rayya.”   Es un poco así, te vas volviendo parte de mi y te encuentro dentro de mi con tu propia voz, especialmente cuando tengo que reconocer que llevo 4 horas escuchando vallenatos, cantándolos y sintiendo la letra. Teniendo en cuenta que nunca he comprado un cd de vallenatos, que solía decir “lo que sea menos un concierto de vallenatos” y que sentía el infierno cuando me ponías a escucharlos en la casa.   Ahora eres parte de mi, estas cada día conmigo, te fuiste fundiendo en mi y alojándote en mis recuerdos, un proceso que empezó en enero del año pasado.

Todo en tu honor y en tu memoria que todos sepan lo maravillosa y valiente que fuiste.

 

 

 

 

#CARTAS A UNA #MADRE · Libre y Revuelto

Que no se te da bien lo de los idiomas. ¡Joder! Pues yo me imagino siendo ¡políglota!

Me preguntas ¿cómo van las cosas?  Pero no se que responder… No lo sé mamá… Ni van bien, ni van mal…. Tranquila mamá, de salud estoy bien y estoy comiendo, no estoy pasando frio y estoy cómoda en casa, pero si estoy triste…  No te preocupes, no podrías arreglarlo si estuvieras aquí, así que no te afanes.  Lo que estoy viviendo hoy me lo curré yo solita… ¡Me lo trabajé con ganas!  Fui yo mismita quien escogió este camino, nadie me obligo.

¿Qué es lo que me pasa?   Pues que me toco bajarme de una nube… yo me había montado un cuento de que se me daba lo más de bien los idiomas… o tal vez quería creerlo con toda la gana.   Pero lo de vivir en otro país hablando una lengua extranjera hace que muestres realmente lo que sabes y de que este hecho…   Son muchos los retos… y hoy me parece que todos me quedaron grandes.    Alguien me dijo una vez, que mejor me dedicara a seguir aprendiendo Inglés porque se me daba más fácil que el Español, decidí abandonar mi espíritu de escritor y quemar todos mis textos porque resulto que “no tenia talento para escribir”, lo de esforzarme en esa área quedo enterrado y para las leyes de mi entorno… pasar mucho tiempo sentado leyendo fantasía era perder el tiempo.   Luego, estudié mucho y finalmente aprendí otro idioma, puedo decir que me defiendo bastante bien… y he tenido la experiencia de asistir a entrenamientos y trabajar en ambientes donde el inglés es requerido para hacer el trabajo.   Luego empecé a presentar exámenes y llegué a un buen nivel…  cuando llegue a este país estaba medianamente bien preparada para vivir el día a día, defenderme en las tareas cotidianas de la vida… Así que empecé a buscar trabajo en lo mío, en lo que sabia hacer cuando vivía en mi país y especialmente… en lo que tenia muchos años de experiencia y me pagaban bien.  Pero así mismo empezaron a llegar los obstáculos… Que necesitas tener un 7 en un “X” examen si quieres trabajar en aquello… que necesitas , que diga UK…  Que necesitas mejorar tus habilidades de escritura en Inglés… que necesitas cambiar tu hoja de vida… que necesitas dinero porque hay que estudiar este o aquel otro curso, o pagar este o aquel examen.   Y así como fui empezando a caminar por cada uno de los puntos, así se me han ido volviendo como las estaciones de un viacrucis.

Después de un tiempo las respuestas que he ido recogiendo unas buenas, otras regulares otras no se…  En resumen:

  • Presente el examen “X” tres veces, terca hasta que saque el 7 que necesitaba… pero luego tendría que pagar un dineral para homologar mi título universitario y adicional hacer un curso de 6 meses. Cuando estaba dispuesta a empezar a hacer lo del curso y todo eso, me llega la noticia de que cambiaremos de país, nos vamos mudar a otro con un idioma distinto.  Entonces para que me pongo a gastarme un dinero en un papel o un curso, que no va a servir en otro país.
  • Estaba buscando hacer lo de conducir para un trabajo en el cual ya tenia propuesta de contrato. Y que fui por lana y me mandaron trasquilada.  Después del examen de los ojos necesario para sacar la licencia de conducir me dicen: que no puedes conducir, que no tendrás licencia de conducir, que no podrás volver a conducir y encima me ponen encima a cargar diágnostico que se suponía no me tocaba heredar por ser mujer… pero me salio en la rifa y me afecta parcialmente las vistas.  Tome para que lleve me dijo la vida ese día, no le voy a dar lo que quiere, me dio otra cosa con que “entretenerme”.
  • Pero el único impedimento que tenia era conducir, pues pensé que para hacer el trabajo y firmar el contrato no era necesario conducir.  Finalmente yo seguía teniendo todas las habilidades requeridas y conocimiento, podía hacer el trabajo y utilizar transporte público o buscarme la vida para movilizarme.  Entonces mande un email diciendo eso.    Y me contestaron que era requerimiento “indispensable” para el puesto tener una licencia de conducir valida y propia del país, no les servía la extranjera.    ¡Uy! mamá, esa me dolió y ¡mucho!  Usted sabe todo el esfuerzo que he hecho yo desde antes por trabajar en eso.   Que lo hacia sin ser mi vocación, pero le metía ganas de hacerlo bien y que siempre di buenos resultados, como para que vengan a decirme que el malparido trabajo no se puede hacer sin un puto carro o sin conducir, cuando yo se que no es verdad.   Como si el montón de latas fuera un Transformer y llegara al hospital, para ser el optimus prime de los especialistas clínicos y vender todos los dispositivos médicos de la cuota.  Que idioma es ese, me dices, eso no es Español educado… si mamá, se llama Colombiano emputado.
  • Me pasé el trago amargo, me hice a la idea de que tenia que seguir buscando… En otra cosa, en algo que no necesitara manejar un carro para trabajar.   Pero se mezclo el rehacer la hoja de vida, el reinventarse, el repensar mi experiencia haciendo otra cosa, el preguntar me una y otra vez: ¿que más sabes hacer?  Y la más dura era: ¿en que otra cosa puedo trabajar? aceptando la … disminución en mi capacidad visual.  Si, hay que llamar las cosas por su nombre … La puta retinitis pigmentosa que me toco heredar como portador con sintomatología y ser el “caso raro”.    En parte por ella cada día hasta hoy me sigo preguntando… ¿Qué puedo hacer? y ¿En qué voy a trabajar con las habilidades que me tengo?
  • Entonces me volví a hacer la paja mental positiva, me digo que ya encontraremos algo. Escribí una lista de que habilidades adicionales a vender dispositivos médicos, consulté con amigos y familia…  Entonces llego la idea de volverse profesor, porque los idiomas se me dan bien.   Con esa idea sentí que ¡se me encendió el bombillo!  Y me dije a mi misma: aprovecha que estas en UK y que has estudiado tanto Ingles, de algo te tiene que servir ese 7 en el examen “X”, también puedes enseñar español y esos dos idiomas no se hablan en el país donde vas… tal vez eso te sirva para trabajar después de la mudanza.   Para resumirte el cuento, me rechazaron en el curso para profesor de inglés…  sin más y sin menos, que no tengo lo que buscan.   Que yo creía que era buena para los idiomas, pero parece que me cuesta mucho… que no me sale tan fácil como yo pensaba.
  • Luego una buena amiga intentando consolarme me dice: bueno aprovecha este tiempo y estudia francés… así vas aprendiendo antes de mudarte a Francia.  Mira que aprender un idioma siempre trae cosas buenas.  Yo miro a mi amiga, por dentro me escondo entre vergüenza de mi misma y admiración hacia ella, porque yo me agobio solo de imaginar como hace ella para manejar tres idiomas y estar estudiando Koreano.   Además, el francés se me hace complicado…  no se si es por la presión de cambiar de país, o por la obligación, o porque es un idioma en el cual me he sentido rechazada en el pasado, o si es porque tengo la nube negra encima, o porque no entiendo la belleza de esa lengua y su musicalidad…  no se por cual, pero se que me esta costando mucho.  Mi familia me dice para consolarme… pero no tengas miedo de irte a ese país, porque eres buena para los idiomas y aprendes rápido.  Que ellos y yo que creíamos que era buena para los idiomas, pero parece que me tengo que esforzar más de lo esperado y me esta costando sudor el tema.
  • Sigo en la busqueda de trabajo en UK, sin mucho exito.  Después de cada rechazo, de cada respuesta con un: No… Después de partir en pedacitos la frustración por los portazos anteriores, trato de deshacerme de la mala vibra y continuar con el positivismo.   Veo otras personas que han logrado cosas, voy y escucho a quienes han contado historias positivas de adaptación a vivir en el extranjero o matrimonios con extranjeros…  Escucho y no puedo estar más de acuerdo cuando dice Reymar Perdomo (la venezolana que nos ha tocado el corazón): “ser emigrante no es jodedera y el que diga lo contrario, que venga y lo diga desde afuera”.   Ver que no soy la única me consuela, ver que hay historias con finales felices me da esperanza y vuelvo a buscar la paja mental del positivismo…
  • Vuelvo a evaluar que puedo hacer con el inglés que sé, con el nivel que tengo, con la capacidad visual que tengo y con las muchas capacidades que tengo… pero ahora cuando me lo pregunto después de llorar toda la tarde… ya no sé. Me dice mi esposo con intención de consolarme: “sigamos buscando lo de ser profesora de español, eso te puede dar una solución una opción de trabajo, trata de empezarlo cuanto antes, no puedes ir mal en tu lengua materna”.   Yo asiento con la cabeza, en silencio, solo un suspiro suavecito y sonrío.  Pienso dentro de mi, el no se merece mis dudas y mis miedos en estos momentos cuando intenta ofrecerme esperanza, mostrarme su apoyo y su positivismo.   Pero dentro de mi una voz me dice y me repite las palabras de antes, cuando me dijeron que escribir en Español no era lo mío…  Ese recuerdo, cuando un profesor por zafarse fácil de mi, me dijo que mejor me dedicara a seguir aprendiendo Inglés porque se me daba más fácil que el Español.    ¡Ay! Mamá… En estos momentos recuerdo tanto cuando me decías, que mi problema era escribir y debía forzarme a escribir mejor cada día, que hablaba Inglés pero que no lo escribía, que tenia muchos vacíos que estudiará más y que empezara el curso de francés con tiempo, no fuera que un día lo necesitara.   De otro lado, mis amigos creían que eso de los idiomas se me daba bien, yo creía lo mismo, pero parece que la única que lo vio clarito fuiste tu, mamá… Porque sabias cuanto me había costado, cuanto me tengo que esforzar.

Al final del día, miro el libro que estoy leyendo con el cual me ayudo a hacerme las pajas mentales de positivísimo.  Lo agarro con toda la intención de sentarme otra vez y buscarle el lado positivo al situación, otro punto de vista, una respuesta a la pregunta ¿Qué puedo hacer?   ¿Dónde más busco?   Pero mis ojos se quedan fijos en el titulo:  Buscando tu elemento.  Pienso que si yo me preguntara a mi misma ¿cuál es mi elemento? ahora mismo diría: ser ama de casa, ser His Wife, o inventarme historias que le cuento a las matas en mi casa, o contarle a alguien todo lo que estoy sintiendo, o escribir para sacar todo lo que tengo adentro, para que no me ahogue, y que hacer pajas mentales me entretiene.

Mientras abro el libro… pienso en lo afortunada que es gente como el autor de este libro el Sr. Ken Robinson, porque hace lo que le gusta.  Pienso que hay personas afortunadas como: Liz Gilbert, o Depack Chopra, o Brené Brown, Gabrielle Bernstein, Seth Godin, Miguel Ruiz, incluso el ex cura Alberto Lineros… entre muchos otros escritores en temas de desarrollo personal.  Veo sus videos, sus libros, sus nombres… los admiro y los envidio,  piensos lo afortunados que son. Porque puede escribir lo que creen y hacerlo bien, publicarlo, ayudar a otros con eso y les pagan por eso.   En este libro (Buscando tu elemento) una de las preguntas es, ¿Qué habilidades admiras en otras personas porque consideras que tu no las tienes?…  Cuanto desearía ser lo suficientemente buena para escribir y lo suficiente para los idiomas, cuanto quisiera tener sus habilidades y hacer lo que hacen ellos…

Suspiro… y recuerdo las frases de mi esposo “… no puedes ir mal en tu lengua materna” y la respuesta de corazón seria: Mi amor si me sintiera lo suficientemente buena en mi lengua materna, me hubiera forzado a seguir escribiendo, si fuera lo bastante buena hubiera escrito una novela… porque imaginación para crear mundos ideales en mi mente me sobra.  Así como la nube con el cuento que me invente…  en el que es fácil lo de los idiomas y yo soy políglota… Yo me imagino un mundo donde trabajo escribiendo libros de desarrollo persona para latinas y doy charlas en TED talks.

La realidad es que aquí estoy, con mi mejor amigo Word, tratando de escribir porque me da la gana y me gusta… y no me importa si lo hago bien o mal. Es lo que me sale de los huevos hacer con mi tiempo libre.   Con el libro de gramática de las ingles en la mesa porque voy a volver a aplicar a lo de profesor… porque necesito que me digan que no mas de una vez.  Con el libro de actividades haciendo la tarea de francés, aunque sea por el amor que le tengo a mi esposo algo se me quedara y abriendo la pagina web del instituto cervantes para llenar la inscripcion al curso de profesor de español.  Aquí y ahora… ¡Me doy el derecho a soñar!

 

 

 

 

HISTORIAS CON EL CANCER

Ajustándome el Duelo.

“El ayer es historia, el mañana es un misterio, sin embargo, el hoy es un regalo por eso se le llama presente”.

 Sabes mamá… Esa frase es conocida en el budismo, y la empecé a escuchar cuando inicié los intentos de meditación y Vipassana.   Era una de las cosas que más quería aprender, entender y lograr aplicar realmente.  También quería mostrártela para limitar ese ciclo nocivo de estar rumiando el pasado, envenenándonos con los malos sabores, de aquello que nos toco comernos con patatas, ese sin sabor masticamos los malos recuerdos una y otra vez… Para cambiar de menú y no volvemos a servirnos el mismo plato de pasado.   Porque creo que esa frase nos ayuda a cambiar ese patrón de rumiar y así logramos vivir el presente la realidad que nos regala cada día, creo que es un camino al perdonar, un camino a liberarse de malas vibras del pasado y un camino que lleva a moverse aceptando el cambio.    Ahora viviendo el duelo por tu partida, me repito esa frase en los momentos que llega el Tsunami del dolor con todas las imágenes como relámpagos y las lagrimas como lluvia, pero, aunque creo en ella, no logro interiorizarla del todo. Me sigue costando dejar de rumiar el ayer y verlo como historia… sin sentirlo como un dolor presente, que no cambiará o se aliviará.    

 En el libro sobre el duelo dice, que cuando avanzas en la aceptación de la perdida de ese ser querido, después de aceptar todo lo que representaba para uno, también reconocer la cantidad de ira o culpa, expresar de algún modo las preguntas abiertas, aceptar que no habrá respuestas y reconocer que la vida cambió…  Que la vida para uno cambio definitivamente.   Al llegar a ese punto empieza un proceso de “Adjusting”, uso la palabra en inglés que esta en el libro porque me hace gracias, literalmente traduce: Ajustarse.    Entonces mamá creo que ha llegado el momento en que me voy ajustando a vivir sin ti en este plano terrenal, que me voy ajustando a el dolor de tu muerte, a el dolor de mi perdida y me voy ajustando a el cambio.    

 El libro dice, que el objetivo principal es ajustarse al cambio. De lo grande que son los cambios en la vida de uno después de la perdida de un ser querido, dependerá lo grande que será el ajuste necesario en la vida de uno.   Eso te hace pensar en cuan diferente será el camino comparado con el que veníamos recorriendo antes, recordándonos que ajustarse al cambio también implica un reto de adaptación en el plano emocional, físico y cognitivo.   Después de leer ese párrafo comprendí el grandísimo desafío que se presentaba delante de mi, que debía aceptarlo porque ya era parte de mi vida.   Aunque antes no estaba totalmente consciente de ello, hice como si pudiera ir a tomarle una foto desde la distancia y verlo…   Yo estaba ahí en ese camino, en ese desafío y ya se había convertido en mi presente.  Ahora me estaba realmente haciendo consciente.

 El desafío se constituía en aceptar el cambio por tu muerte y el duelo, adicionalmente a eso era la mezcla de todo.  En menos de 10 meses pasaron muchos eventos propios que traían cambios Cambio de casa, cambio de situación laboral, cambio de estado civil, y el siguiente gran cambio: de País.  No solo dejaba una vida contigo en este plano terrenal, también estaba dejando mi tierra natal.   Cuando lo desmenuzo así,  y lo miro como en una foto, me digo a mi misma – ¡Joder! ¡Por esó es, que esta siendo tan duro!…  Joder tía, que no ha sido fácil vivir todo al tiempo -.    Y vuelvo y miro la foto, pero me agobia … Lo que falta lo veo venir … Sé que lo debo vivir…  Que ya lo estoy viviendo, que en parte yo elegí alguna de las circunstancias para hacer el escenario y posé en esta foto…  Y lo veo ahí toda la realidad mezclada ahí como mirando una foto…  ¡Vale!  La acepto que esta ahí, pero todo se ve sobrepuesto, inabordable, inmanejable e inalcanzable.

la chancleta Pero luego me digo – ¡Pero Tía! Que la primera fase la estas haciendo, y aunque parezca depresivo o hasta inquisitorio, el prestarse a escribir todo esto y aceptar vivir el dolor, el dejarse revolcar por todas esas sensaciones del duelo, el darle la bienvenida al Tsunami y sentarse a llorar las lagrimas que vengan. ¡Que ya lo estas en ello! –   He aprendido que la mejor forma de enfrentar ese gigante desafío, es dejándose revolcar por el dolor (el Tsunami) que esta a la entrada… y ajustarse bien el duelo a uno mismo.  Aes mamá, de la misma manera como me enseñaste a ajustarme la falda para que me quedara bien. Seguir leyendo «Ajustándome el Duelo.»

HISTORIAS CON EL CANCER

¿Qué quieres mamá? Me quiero morir…

Una mañana cuando después de habernos dado el alta del hospital, ya con el Dx. de fase terminal, con los preparativos para cuidados paliativos en casa, te pregunte que querías para desayunar… el silencio fue la respuesta.  Luego volví en un tono más amoroso y dejando entender que conseguiría lo que me pidieras, te dije: entonces que quieres mamá y tu respuesta fue … quiero morirme.   Yo que estaba abrumada todavía con todo lo que estaba pasando a mi alrededor no supe como responder y lo único que se me ocurrió responderte fue – Bueno mamá eso no te lo puedo traer pero mientras eso pasa, por el momento dime que quieres desayunar, porque si nos toco vivir este día de hoy, podemos desayunar.

Así hay muchas colecciones de momentos dolorosos que recuerdo de esos días de tu enfermedad, hay tantas cosas que no entiendo o tal vez no quiero entender, hay tantas preguntas que se quedaron abiertas, hay tantas cosas que se quedaron sin decir y hay tantos reclamos que quise hacer a muchos de mis familiares y personas cercanas, que se quedaron sin voz.     En esos días mi única razón de ser era darte tu espacio y cuidar de todo a tu alrededor para que te sintieras en Paz y tranquila.  Poniendo amor y llamando a la compasión para realizar cada una de las acciones que yo pude o debí hacer para tu cuidado en esa fase terminal… siempre pensando en que el miedo fuera menos, paliar el dolor y que no hubiera sensación de soledad.      Me decía a mi misma – Morirse debe dar miedo, eso debe ser aterrador, y más para ella que su verdad siempre fue la gana de vivir, aprender, hacer cosas y no entregarse.  Por eso quería darte atreves de mis acciones y palabras fortaleza.  Ya que nos había tocado vivir esa realidad y tus decisiones habían sido tomadas, yo estaba ahí para acompañarlas, para cuidar como un ángel o soldado de que se respetaran tus deseos y tu nido de Paz y tranquilidad.

Para mí, estos días posterior han sido días difíciles mamá.  Agradezco inmensamente que hubieras logrado tener la energía y luchar hasta último minuto por liberarte del monstruo que te atormentaba para dejarme el camino un poco libre y de cierta manera aminorar el sufrimiento del día a día de enfermedad crónica.   Fue muy valiente de tu parte.

Agradezco mucho esos esfuerzos y esos actos de heroísmo de esos últimos meses para dejar todo en lo posible lo más claro y darme la información al máximo para que yo pudiera continuar y seguir también administrando todo.     Pero no puedo negar que a pesar de todo… lo que creímos que nos estábamos preparando… nada me podía preparar para el dolor de tu partida, ese me tocaba lidiarlo sola y nada era suficiente para prepararme para el duelo de adaptarme a tu ausencia y sumando todos los cambios que llegaron juntos a mi vida… no era un duelo o faena el que tenia que lidiar… era una temporada entera con más de 6 toros bravos por corrida, una temporada definitiva en mi vida.    Después de lidiar con algunas cosas administrativas, el vacío físico que ya cuesta, mover tus pertenencias, los alegatos con tu pasado que vino a reclamar, lidiar con sentimientos asociados a las personas que estuvieron y que no, nuevamente verme sin trabajo y como sin que hacer, moverme de casa y sin saber del todo a cuál llamar hogar.  El dinero que falta y lo que quedo, lo pendiente por pagar y el valor para administrar, moverme para iniciar una nueva vida y empacar mis propias maletas, verme por primera vez en un aeropuerto sin ti apoyándome o estando ahí para cubrirme la espalda… empezar este largo viaje … sin ti, mi mayor back up, mi mayor soporte, mi brújula, mi polo a tierra, ¡mi mayor abogado y protector… Ay jueputa!  eso si que fue duro!

Después de todas esas faenas ya realizadas, me he ido cansando… y enfermando.  Estar sin trabajo lo hace un poco más complejo.  Esta mañana me hacia la misma pregunta a mi misma – ¿Que quieres hacer Natalia? Y mi sorpresa fue escuchando una voz interior en mi diciendo…. – Quiero morirme.
Mi libro dice que es normal que te sientas deprimido cuando estas haciendo un duelo, es parte de las fases del duelo. Cuando tu subconsciente finalmente acepta la perdida y la imposibilidad de cambiar la situación, de la misma manera se vuelve más consciente el vacío.   La verdad mamá siento que no voy a poder continuar…

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Por un lado estoy triste, y si la tristeza abruma, la deja a una inmunodeficiente a ratos,  el mundo pesa más,  necesitas más abrigo porque la tristeza da frio y paraliza es como si te congela o todo fuera tan grande y pesado que tu pequeño ser no puede con ello.  Por otro lado, siento culpa … si, a pesar de que hice todo lo que me dijiste que debía hacer… siento culpa. Me siento culpable de no ser más valiente, de no haber logrado todo en tiempos diferentes, de haberme tenido que ir… incluso sabiendo que tu querías que lograra el objetivo…  me siento culpable por no haberlo dejado de lado y haberme quedado, me siento culpable cuando pienso que algunas veces me dejé golpear por el cansancio y debí resistir más noches, que debía haber tenido mas fuerza en los brazos. Me siento culpable por no ser tan valiente como lo eras tu mamá.  Me siento hasta culpable de sentirme triste y deprimida, incluso sabiendo que eso es normal y hace parte del proceso del duelo.

Si no hubiera tendido planes con mi pareja, tal vez hubieras tomado la opción de tratamiento… ¿Qué tanto era por cansancio, agotamiento por los efectos colaterales del tratamiento que te querías morir? y ¿Qué tanto por dejarme libre?   Y aquí estoy yo sin poder mostrarte ningún resultado… sigo sin definir mi tarjeta de residencia lo cual me decías – Te dará estabilidad, sigo sin trabajo, voy saliendo de la parte administrativa pero aun falta, todo va lento no puedo hacerlo ir más rápido, he ido elaborando el duelo y aceptando las cosas como fueron, he ido redistribuyendo cosas y empezando a cerrar los asuntos que quedaron abiertos tras tu partida, también voy haciéndome cargo de las cosas que me dejaste.  Pero no logro ir más rápido, no logro adaptarme, me he debilitado y me he enfermado… lo peor de todo es que siento que estoy tan cansada, que a veces hasta llorar es un esfuerzo.  Y todavía faltan faenas por lidiar en esta temporada.

Las preguntas abiertas… Si hubiéramos entendido antes el daño que te estaba haciendo el monstruo cuando te dejábamos a solas con él … me pregunto ¿nos hubieras dejado sacarlo de casa y quemarlo en una hoguera?, ¿nos hubieras dejado tomar a nosotros las decisiones para protegerte?  ¿Por qué no concluiste al monstruo antes, porque si eras tan guerrera no luchaste cuando tenias aun fuerzas? ¿Por qué después de tantas batallas que habías tenido a veces parecía que le creías?  A veces pienso que el monstruo era algo que querías y debías resolver por ti misma, sin importar lo que hubiéramos querido los demás era algo que te pertenecía a ti totalmente y tu lo querías manejar como tu querías.  No lo se … incluso si estuvieras viva no lo sabría porque no me hubieras contestado, tu vida siempre fue tuya, tu vida personal era tuya y de nadie más, era un lugar donde se mantenían tu independencia y tus razones.  Y es totalmente valido, finalmente siempre ejerciste lo de ser dueña de tu vida. Me culpo por haber marchado en abril y no haber esperado un poco mas antes de decidir lo de mi viaje y lo del matrimonio… Me culpo por no haber esperado hasta junio a tu lado soportando todo y tomando las riendas, pero me pregunto – ¿Me hubieras dejado?   Me culpo por dejar mi trabajo, tal vez si debí haber renunciado como lo hice, pero para seguir tu plan de arreglar la casa y quedarnos juntas en el pueblo, buscar un trabajo ahí por  un tiempo…   es mi único reproche y es pequeño son unos meses, pero me tiene…

Dice el libro que es normal la sensación de: no saber si serás feliz,  que te preguntas si podrás continuar y etc, en resumen que todo el discurso anterior es parte de lo normal en un proceso de duelo.  Y de cierta manera quiero creerlo porque me consuelo,  me consuela pensar que si es un proceso y lo llevo de acuerdo a lo normal.  En algun momento estaré bien y retomare el control de mi vida como dice el libro.

Pero…  yo además me pregunto si lograre volver a trabajar.   Es como si ya no importara nada … ahora me doy cuenta de que vivía y hacia cosas guiada ti … para verte orgullosa de mi o para mostrarte un mundo diferente… o para mostrarte que podía. Y en el aspecto laborar siempre fue así de cierta manera no importaban los demás o mi propio ego, fui exitosa laboral y profesionalmente para ti mamá.  Y ahora que tu no estas son como, si solo importara comer y difícilmente esó… lo mínimo necesario para mantenerme viva.   Ahora es como si no hubiera guía o si no hubiera razón para demostrar nada… todo me da igual … todo me sabe igual… todo es demasiado esfuerzo y para que…. Pienso que solo debo mantenerme respirando y dejándome llevar como una hoja en el rio flota y va donde la corriente vaya sin importar sin autodeterminación … hasta que llegue el día en que como la hoja me deshaga… hasta que por el ciclo de la vida me pueda morir y descansar

Pero levantando la cabeza miro a mi alrededor y la gente va viene con sus proyectos, sus historias en el trabajo, sus hijos, sus casas, sus familias, los proyectos de sus hijos, sus empresas, sus proyecciones profesionales, y veo que las cosas en mi entorno se mueven…  que viven.    Me dice mi voz interior – Anda guapa búscate que hacer no puedes darte el lujo de vivir como una hoja que cae al rio, ¡porque no eres eso!  ¡PORQUE TU MAMÁ NO TE CRIO PARA ESO!   ¡PORQUE TE ESTAS NEGANDO LA OPORTUNIDAD DE RECONSTRUIRTE Y SER TU MISMA!  ¡A ver guapa! Incomódate un poquito, saca de paseo la tristeza o ponla a barrer o mándala a comprar mercado,  y veraz que el sufrimiento no es tanto.  Me dice mi voz interior – Búscate un trabajo y vuelve a ser  empleado, vuelve a empezar, lo que te den trabajo es honesto y estará bien, lo importante es poder trabajar …  empieza con buscar, luego ir a trabajar cada día, cumplir objetivos, cumplir horarios y  recordaras lo que es cansancio… también recordaras lo que es poder decidir un poco sobre tu propia vida y la satisfacción de sentirte capaz.    ¡Anda guapa! … ¿que te diría tu mamá?  Me diría a gritos – ¡búscate un trabajo o algo que hacer, ocupa esa inteligencia en producir!  ¡Que tienes mucho cerebro y tiempo libre para pensar pendejadas y no estas usándolo en construir o producir cosas positivas para el pan que comerás en el futuro!

También me diría – Que manera de entretenerse en deprimirse para justificar la pereza y la vida fácil.   Ponte a trabajar y ponte a ver las facturas por pagar a ver como se te quita la depresión o es que la comida te caerá del cielo! ¡Y no estas para ser la mantenida de tu marido!  Que no invertimos años en educación para verte terminar de ama de casa y embrutecida por novelas o programas rosas mientras te desgasta la trapeadora y no el cerebro.   ¡Eso me diría!

Pero aquí estoy…  me siento en una esquina de mi cuarto, descanso porque las fuerzas solo me alcanzaron para tomar una ducha, hoy ni siquiera la trapera.  Busco en mis libros, en las redes mensajes positivos, y luego solo se me ocurre escribir.   Como si quisiera que fueran direccionamientos para mi, para ayudarme o darme fuerzas.   Encuentro este post en un blog, una carta de su madre a su hija… diciéndole que su mayor objetivo es trabajar para ser feliz. https://evolucionconsciente.org/gracias-hija-mia-escogerme-tantas-almas/ .    Vuelvo y leo lo que he escrito.  Es cierto no me gusta lo que esta pasando en este momento de mi vida.  No me hace feliz la idea de vivir así por el resto de mi vida… sin trabajo, dependiendo, sin lograrme una salida de la crisis, sin planes propios, sin plan b o c  y sin poder cambiar o salirme del camino que las circunstancias me ponen enfrente como sin poder escoger, sin guía, sin soporte, sin vela para cambiar mi rumbo y sin refugio…  No me gusta lo de ser una Hoja que cae al rio.  Así me siento mientras estoy sentada en esta silla y con la puta parálisis que trae la tristeza y la pena… pero con ganas de quitármelas de encima.

Se que tengo que moverme para sacudirme, primero debo hacerlo aunque no salga bien …  Me digo a mi misma – Empieza por moverte para limpiarte la cara , sonarte la nariz que estas llena de mocos, vestirte y maquillarte.  Que ya lograste algo por ti misma esta mañana, hiciste la cama … lograste abrir el computador y escribir esté post.  Al menos enviarás un mensaje en una botella al océano del universo y sabrá el universo que necesitas ayuda.  Anda siguiente paso arréglate un poco para que cuando llegue la ayuda te encuentre lista para salir, vestida y maquillada.

Libre y Revuelto

La Verdad y La Gentileza de L. Gilbert

El día de hoy leí la noticia que decía que Elizabeth Gilbert autora de Eat, Pray and Love, revela que esta enamorada de su mejor amiga que tiene cáncer.   Me dejo un poco en shock la noticia, esas cosas que pasan pero nunca te lo hubieras imaginado o mucho menos esperado.  Me parece muy fuerte este cambio más cuando ella esta en sus 50s , pero aun mas fuerte que el objeto de su amor sea su amiga que padece cáncer y por ende ella sabe que en algún momento va a perderla porque morirá en algún momento.

En Facebook , Liz Gilbert realizó un escrito sobre la verdad y la fuerza de la verdad o la gentileza. Habla de esos momentos en que una mentira blanca salva el momento y eres políticamente correcto, lo socialmente correcto y por miedo a lastimar a los demás.   Algunas mentiras blancas salvan momentos , mantienen las maneras, son políticamente adecuadas y necesarias, siendo el ejercicio de la política – diplomacia. En contra parte también habla de que, hay momentos en la vida cuando las personas necesitan escuchar la verdad lo más clara posible de nuestra propia boca.

Habla que la verdad aunque sea dolorosa para quienes la escuchan (porque no es lo que quieren oir o porque no hacemos lo que ellos quieren o esperan que hagamos),     al mismo tiempo es un acto de respeto con nuestros seres queridos. Decirles esa verdad es mejor que engañarlos para verlos felices o sonrientes, como si de forma compasiva los engañáramos.

Alguna personas tienden a querer quedar bien con todo el mundo, temen tremendamente sentirse malos, rechazados, o ser percibidos como causantes de dolor en los demás; les gusta quedar bien y agradar a todas las personas. Más aun agradar y tener felices a aquellos que los quieren, esta relacionado con el temor a defraudar a quienes nos aman y nos han cuidado, entonces queremos protegerlos con mentiras blancas o no blancas.   En el discurso Liz Gilbert dice: “… y cuando decides “proteger” esa persona con mentiras, entonces en realidad no la estas protegiendo del todo. Lo que estas haciendo es degradando la confianza de esa persona y la tuya.”

En el mismo escrito hace referencia en una frase sobre ética que dice: “… En cualquier momento que mientes a una persona sobre algo que afecta su vida, tu estas manipulando a esa persona e infantilizándola. Por que estas negándole información esencial que esa persona necesita para tomar decisiones inteligentes o proyecciones sobre el futuro… No hay mayor acto de falta de respeto a la inteligencia de un adulto humano que quitarle la oportunidad de tomar sus decisiones, por falta de información, o por mentiras, o por ocultar información.”

Ella escribe que por años a dicho mentiras o ocultado información, para no lastimar a la gente, porque ella siempre a querido ser una buena persona, y se cuestiona haberlo hecho de esa manera. En algunas ocasiones también lo hizo porque es una persona asustadiza y por que tiene miedo a perder las personas alrededor de ella.

Este texto de Liz Gilbert me dejo mucho para pensar. No solo porque es una de mis autoras favoritas y es casi como si una de mis mejores amigas después de años de conocerla me dijera que acepto su homosexualidad tardíamente y tiene una relación con una mujer, y después de años de experiencia en relaciones heterosexuales pasa a una relación homosexual. También por que se necesita mucha fuerza interior para decir una verdad que claramente puede cambiar su relación con sus personas queridas en su entorno y con sus lectores.

También leyendo el texto de Elizabeth Gilbert sobre la verdad y la gentileza, recordé las muchas veces la verdad se debe decir con gentileza.   En momentos importantes y en situaciones que afectan la vida de las personas, en momentos de tensión entre los seres humanos que ponen  fragilidad en la relación, ocasiones en que es mejor la verdad.   Aunque luego sea más doloroso y luego cueste más re construir.

Lo que admiro de Liz Gilbert es la fortaleza de escoger en un momento importante la verdad, más allá de la cordial gentileza.  Como dicen en mi tierra: “es mejor colorado un ratico que pálido el resto de la vida.”

Quedar bien con todo el mundo es casi imposible, en algún momento nuestras opiniones, decisiones , deseos o actos, irán en contra de los de alguien más. En ese momento habrá un conflicto, encontrándonos con varias opciones: mentiras blancas, omitir detalles, continuar con los planes sin importar, la compasión idiota por pesar, o simplemente tomarse un respiro y comunicar la verdad de la mejor forma posible, dejar lo más claro posible que no hay intensión de dañar. De cualquier forma será difícil, porque la verdad siempre será para nuestras emociones humanas una tarea difícil.