#CARTAS A UNA #MADRE

La montaña rusa emocional, 10 días para defender el tigre.

Bueno… mamá, si te contara… los últimos días han sido todo un descubrimiento.  La vida es y sigue siendo altos y bajos, mejor dicho, aún no me bajo de la montaña rusa. La diferencia de cada vuelta es que voy aprendiendo a llevar la expectativa de las subidas y a gritar para desahogar en las bajadas, o llorando, o a carcajadas. Los días han ido más o menos así… he pasado de la emoción total y la ilusión… a literalmente imaginarme como puedo tener un arma en la mano para pegarle un tiro a el tigre y escribir una nota que diga, quédenseme tranquilos estaba muy cansada para continuar entrenándolo.

Barcelona, día 1 de subidón. Estoy casi al 60 % de mi libro, Encontrando tu elemento, vuelvo a el libro en cada bajón de motivación y en cada momento de duda, cuando tengo la nube negra encima y solo me llueve.   El libro logra ponerme en un foco positivo, me pone en plan… activo y todo es posible, mientras voy leyendo el libro me meto unos pajazos mentales , me voy escuchando a mi misma diciéndome… “voy a encontrar lo que quiero más puedo hacer realmente y voy a lograrlo en algo que me guste.  Esta situación de duda sobre mi futuro profesional con esta limitación visual no me va a paralizar, voy el camino al éxito.   Voy a utilizar este tiempo de desempleo para reinventarme”.   Me imagino la palabra así en neón destellante al fondo del teatro que dice: Me Re Inventé, soy la más.  Y así sigo con mi positivismo, espíritu soñador y voy haciendo los pajazos mentales… mientras voy leyendo el libro.  Que la verdad si alguien esta buscando meterse un subidón de psicología positiva, podemos recomendarle el libro.

Barcelona, día 2 de bajón.   Después de hablar con mi familia y mis amigos… sigue siendo el camino lógico lo de profesora de español y la certificación de profesora de ingles.    Pero no me siento tan motivada como ayer…  Me desperté con la duda clavada en mi cabeza, ¿Quiero invertir dinero en certificarme como profesora de español? ¿luego terminare haciendo un trabajo alimenticio y sintiéndome insatisfecha?   Uno de los ejercicios en el libro es escribir en un cuadro las cosa que harían que una se sienta más exitosa… después de hacer una lista y releerla, me doy cuenta de que la vida que estoy viviendo actualmente esta bien.  Como buena colombiana agradezco lo que tengo: salud, comida, vestido, un techo donde vivir, una pareja que me quiere además me trata bien (porque las colombianas pareciera que estamos tan familiarizadas al maltrato por ser mujer, que agradecemos lo contrario), tengo tiempo y tengo tra…  Pues llegamos al punto que hace falta, no tengo trabajo.  Como carajos voy a sentirme segura y exitosa si no tengo trabajo.  La vista de la realidad en frente de mi, me sube el frio, me tiembla todo, el miedo se apodera de mi y me manda en caída libre… No he podido conseguir trabajo, soy una perdedora.

Barcelona, día 3 de emputamiento.  Leyendo lo que había escrito ayer y haciendo los ejercicios del libro.  Ahí esta, para sentirme feliz y exitosa, el área a enfocarme ahora es buscarme un trabajo o algo que hacer… suena de lo más lógico ¿Verdad?   Listo lo de ser profesora me dará trabajo y con la limitación visual puedo trabajar en eso, mi papá es ciego y ha sido profesor toda la vida, pues yo también puedo.   Pero resulta que, aun así, buscando dentro de mi no logro que me salga bien imaginármelo.  Me quedo en el recuerdo de lo que no puedo hacer, sigo sin pasar la página… no puedo trabajar en lo que hacia antes… me sacaron de mi zona de confort… quiero utilizar el montón de experiencia laboral que tengo y además debo agregarle otro detalle, si soy sincera mamá, no quiero emplearme… no me veo dando clases de español…  No quiero trabajar para que otro abuse de mi necesidad, no quiero hacer lo que me dicen los demás… La sensación de calor en la cara aparece, me cuestiono porque lo estoy haciendo y me voy emputando.  La verdad es… lo único que quiero hacer por primera vez en la vida, permitirme hacer lo que me sale de los ovarios.  Quiero tener mi propio proyecto… Me tiemblan las manos y se infla el pecho solo de imaginar o escribir esa frase: Mi propio proyecto… que bien suena eso.  Eso es voy a defender esa idea, y empuño las manos y me lleno de energía, me palpita el corazón, me siento un rugir por dentro como si estuviera despertando una fiera dentro. Con el sentimiento de empute y de coraje, me digo a mi misma, Yo puedo.

Londres, día 4 de la normalidad al bajón.  Me despierto determinada a definir lo que quiero, decírmelo a mi misma y ponerme a trabajar en ello.  Tengo claro que ser ama de casa y house-wife no se me da mal porque yo me organizo mi tiempo, pero adicional voy a buscar un complemento para sentirme útil y trabajar en mi proyecto.   Según el libro es algo en común para todos los humanos, todos necesitamos sentirnos “a cargo de algo”, todos queremos “encontrar nuestra pasión”, el sueño de muchos es “trabajar en lo que me gusta” o “trabajar en lo mío”.  En psicología dicen que todos necesitamos algo llamado bienestar profesional (career well-being).  Yo no soy la única que en la vida a buscado hacer lo que le gusta y le sale de los ovarios, pero como muchas, me había sentido feliz con el hecho de tener un empleo… porque nos dicen: agradece que tienes trabajo… y no te quejes.  El bajón… ser empleado es mejor que estar desempleado, ni siquiera tienes un trabajo y no estas siendo agradecida.

Londres, Día 5 otro pajazo mental de subidón.  Sigo leyendo el libro, no he parado.  Estoy súper concentrada y juiciosamente haciendo cada uno de los ejercicios.  Una de las frases que se me queda del libro es “encontrar significancia es una fuerza motora para cada ser humano”. Los humanos necesitamos, sentir que aportamos porque somos seres sociales e intuitivamente buscamos sentirnos identificados, sentir que lo que hacemos va vinculado a algo más grande que nosotros mismos, nos gusta que nuestros actos estén vinculados a un propósito mayor.  Cada uno en la vida, ha necesitado darle un sentido, a todos nos gustaría sentir que estamos haciendo algo “importante” (al menos para nosotros mismos o nuestras familias).  El libro te pide hacer una lista de las causas con las cuales te identificas, te pide que listes de que forma podrías aportar a esas causas.  Yo muy aplicada hago la lista y así como la voy haciendo me van llegando ideas…. vuelvo a ese momento donde creo que me a iluminado el espíritu santo… y se me prendió el bombillo. Me digo a mi misma “Yo podría ayudar a mujeres que, como yo cuando tenia 20 y tantos, que quieren progresar en sus careras profesionales. Yo puedo enseñarles algo de lo que aprendí en a la universidad de la vida, en marketing, en ventas y de adaptación (vivir en el extranjero).  También podría aportarles mi experiencia de vida a mujeres que, como yo cuando tenia 30 y tantos, querían dar un cambio a sus vidas e iniciar procesos de desarrollo personal para alcanzar sus sueños.   Vuelvo y lo leo, me lo imagino… y que tremendo subidón. Porque lo veo en mi mente, en ese momento me lo creo y me digo que es posible.  El siguiente ejercicio del libro es un poco más realista, te pide hacer una lista de donde te encuentras en el ahora, debes poner un titulo a la historia, debes escribir donde quieres llegar, darle un nombre.  En ese momento… me quedo fría… me pasan varias cosas por la cabeza… lo de profesor de español no esta incluido…  La lista incluye palabras como: coach, voluntariado, blog, charlas, escribir… veo el papel, lo acaricio, me dejo sentir el calor que viene de mis más profundos deseos desde hace años, pero no me atrevo ni a leerlo en voz alta.

Londres, día 6 aferrarse a la silla antes de la caída libre.  Tengo una libreta de 200 hojas que llevo conmigo junto al libro.  La libreta ya va por la mitad, esta llena de texto, de dibujos, de ideas escritas a mano alzada y de pensamientos positivos.    Hay una pregunta en el libro que me deja pensando y la escribo grande en una sola hoja, ¿Cuándo te has sentido que has sido lo más sincera contigo misma?  Leo la pregunta en la libreta, una y otra vez, pareciera que me diera miedo responder.  Cambio de página y sigo leyendo…   Después de unas horas y mientras espero a que pase la tarde, vuelvo a leer la pregunta…  Escribo encima lo primero que me llega a la cabeza.  ¿Cuándo me he sentido que he sido lo más sincera conmigo misma?  Cuando me imagine un vida en pareja con mi esposo, cuando me convertí en “His Wife”. Si que joda mamá, tanto estudiar y tanta experiencia profesional para terminar de house-wife, pero gracias a Dios hay más en la respuesta y es larga.   También cuando trabajaba dando formación o entrenamiento a enfermeras y personal de salud; cuando hacia las formaciones creyendo sinceramente en el beneficio de las terapias que vendía la empresa; cuando trabajaba 12 horas diarias como enfermera y supervisando practicas a las ayudantes de enfermería; cuando te dije que estudiaría enfermería y no abogacía o medicina, y toda mi vida el momento más sincero que tengo conmigo misma por encima de los anteriores … es cuando estoy escribiendo.

Bogotá, día 7 subidón de pajazo mental.  Me despierto con la fiel convicción de terminar de leer el libro el día de hoy, tengo el tiempo porque estamos de visita en casa de parientes, hoy no tengo que cocinar, no hay deberes por hacer en casa, no hay gestiones por hacer y esta lloviendo.   El plan es película o juegos de mesa, la familia esta entretenida… me puedo escapar y seguir leyendo.   El libro tiene una pregunta que dice ¿Qué tipo de actividades te llenan el espíritu?, pide que relaciones esas actividades con las respuestas anteriores.   Luego observando todo junto y volviendo a leer lo que he escrito, me digo a mi misma… ya lo tengo claro.   Yo tengo una experiencia profesional valida y confió en las habilidades que tengo (profesional skills), tengo seguridad en lo que he aprendido en mas de 15 años trabajando con el sector salud, en ventas, en training y en marketing… pues voy a utilizar esa experiencia para trabajar ayudando a otras mujeres latinas jóvenes o adultas buscando crecimiento personal o profesional.  De alguna forma yo puedo ayudarles a ellas a descubrir su potencial o transformar su vida, podría estudiar coaching y me voy a dedicar a escribir historias que sirvan a ese objetivo, heroínas latinas.   Lo veo escrito en mi libreta, vuelvo y lo leo, se me enciende el corazón y me late a mil, me sube un calor por todo el cuerpo…  Mi misión en esta experiencia terrenal es cuidar, creo que una forma de hacerlo es cuidando nuestro bienestar como personas, hablando de crecimiento personal.  Esas mujeres que me recuerdan como era yo hace unos años, podrán tener la oportunidad de aprender y crecer como personas.   A mi me toco aprenderlo sola a punta de libro y salir del país me dio oportunidades, me curtió el cuero y gané confianza, yo puedo compartir lo que he aprendido.  ¿Y como se hace eso?… no tengo los recursos, no quiero estudiar una carrera de psicología, me acuerdo de que en las empresas donde yo trabajaba algunos de los ejecutivos tenían un “executive coach”.  Voy a google y hay comentarios de todo, me queda la pregunta…  ¿Y eso no es lo mismo que alguno vendedores de humo en las redes sociales?…

Bogotá, día 8 la sensación del vacío del bajón.  Me pregunta la familia… ¿Cómo va el tema de dar clases de español?  Y yo por mi parte evado la pregunta, de forma discreta hablo de los cursos de la academia cervantes, de el máster que da una universidad española y en fin…  excusándome en que por estas épocas todo el mundo esta pensando en navidades.   Luego vuelve el tema de las actividades el año entrante… que cuando nos mudamos, que donde viviremos y cada uno habla de sus planes, o de su trabajo.  Pues yo para no quedarme atrás digo “voy a seguir con mis clases de francés y voy a iniciar un workshop en escritura creativa, también hare un curso de coaching.”   Todo se pausa y luego silencio, me digo a mi misma “te hubieras callado la boca, ahora vendrán las preguntas”.   Efectivamente, me pregunta el curioso de la familia ¿y eso para qué lo haces?, ¿es parte de los requisitos para lo de ser profesora?   Siento que me sube el rojo pasión en las mejillas, la sangre que me hierve en ese momento, pero…  Saco la sonrisa forzada que hemos aprendido para disimular y contesto “No, es diferente.  Me rechazaron del curso de profesor y no he decidido aun si voy a invertir en eso otra vez”.  Pero el curioso es curioso y vuelve al ruedo preguntando, entonces lo de el curso de escritura ¿de qué va? ¿Es para aprender a escribir como los escritores de libros o novelas?   Y… a que no adivinas que respondí… “si, es para aprender habilidades de escritura, se pueden usar para escribir cuentos o novelas”.   Seguidamente escucho la voz del critico realista diciendo, pero ahora te va a dar por volverte escritor, como si fuera tan fácil escribir un libro y vender miles de copias para vivir de eso.  Además, hacer un curso de coaching es como calificarse para vender porros psicológicos en eso hay mucho charlatán, eso no es ser un profesional serio.    Ahora tengo el rojo pasión intenso en las mejillas, mi sangre paso el punto de ebullición, pero…. me trago el orgullo con saliva, respiro recordando que es invierno y el aire esta frio para que se me enfríe la sangre, me agarro las manos para evitar que se note las garras que siento salirme, que no se me note que le quiero rayar la cara.   Seguidamente, muevo la cabeza un poco de lado, con mis manos una contra la otra y los dedos entrelazados, dejo reposar mis muñecas en mis piernas, bajo los brazos en actitud relajada, respiro suave y despacio, miro el horizonte y contesto “mientras decido que hacer, ya me viene bien escribir mejor.  Y soñar no cuesta nada… escribir no es tan difícil todos lo hacemos, escribir para mi también es posible, mientras tanto aprendo algo nuevo y me sirve para lo de profesora”.     Veo la cara del público satisfecho con mi respuesta y todos asienten… si claro, si esta pensando en ser profesor, suena lógico.  Se quedan todos tan contentos y yo sonrió como si fuera una aprobación tácita, la cual no siento.   Mientras por dentro tengo el tigre que ruge la pura verdad…  Les hubiera gritado “Si, quiero escribir. Es lo único que quiero hacer en mi tiempo libre, quiero hacerlo mejor”.  Y ruge más fuerte dentro de mi… “No les voy a permitir que me quiten ese sueño, no voy a permitir que alguien me cuestione de nuevo, no voy a permitir que me desmotiven, nadie me va a impedir soñar en que puedo hacerlo bien y disfrutar haciéndolo”.  Por ahora me guardo el rugido, me guardo las garras, en silencio lo voy a seguir haciendo y les diré cualquier cosa para distraerlos.  Ese tigre es mi pasión hablando.

London día 9 Saco el miedo o mato el tigre.  El regreso no fue fácil, sigo con las ideas mezcladas en la cabeza.   Tengo ganas de mucho y no se como hacerlo, he invertido en estudiar francés, he invertido en un workshop de escritura creativa y estoy buscando los cursos de coaching.  El costo de los cursos de coaching… me pone a pensar, los comentarios online y la realidad de que en el gremio hay muchos vendedores de humo me pone a dudar.   Yo no quiero pasar por un charlatán mas, quiero ayudar de verdad y hacerlo de una forma seria o profesional.   El tiempo que voy a dedicar, los recursos de nuestros ahorros que voy a invertir… que pasa si invierto ese dinero y luego no salgo con nada.  No tengo ninguna seguridad de que podre hacer ningún salario o hacer ningún emprendimiento, no puedo tener ninguna seguridad de que si invierto estudiando eso voy a poder recuperar la inversión.   Que tal si no logro escribir nada bueno, que tal si no logro crear un espacio en el coaching para mi, que tal si solo caigo en el mismo tazo con los charlatanes y los vendedores de humo… Yo no puedo darme el lujo de invertir el dinero de la familia sin pensar… yo no estoy trabajando y el dinero no sobra…  Que tal que mi familia tenga razón y no es seguro, el camino más sencillo es lo de dar clases y certificarme como profesor.   Que tal que mis peores miedos se vuelvan verdad que no sea buena para el tema y no lo haga bien, si no logro tener un mínimo de ingresos con que recuperar lo invertido en cursos.  Luego viene la imagen de mi perfil en LinkedIn … yo tenia una reputación y un perfil profesional, como lo voy a cambiar así, que dirán mis antiguos colegas y compañeros de trabajo.   En ese mismo instante que termino de ser consciente de lo que estoy diciendo, recapitulo para ver si de verdad soy yo la que esta hablando, si soy yo.    Al segundo después de pensar y analizar lo que dije, me sube el calor al cuerpo, se me enciende el rojo pasión y ruge el tigre que tengo adentro con unas ganas de salir y rugir libremente, me digo a mismas “hijueputa otra vez te estas dejando paralizar del puto miedo, te estas dejando llenar del temor y aterrar por la incertidumbre.  Los comentarios de los demás nunca van a venir a ser feliz por ti en la vida y nadie ahí afuera es totalmente feliz o facultado para juzgarte.   Te prometiste seguir tus sueños y cazar para conseguirlos; ahora tienes el miedo enfrente y estas matando el tigre.  Serás cobarde”.    No es cobardía, el miedo es un sentimiento básico que nos acompaña a los humanos, evolutivamente nos ha servido de mucho porque nos salva de ponernos en peligro, pero en aspectos creativos o en áreas de innovación el miedo también puede ser el peor consejero, porque congela todo intento de hacer las cosas distinto.   Tengo dos opciones; o alimento el miedo y le doy un arma para que acabe con esas ganas que tengo de hacer algo diferente y mate el tigre; o dejo ese tigre rugir, salir a cazar una oportunidad, afilarse las garras y le quito armas al miedo.   Ya calmada, apretó las manos… necesito escuchar ese rugir, necesito sentir esa pasión y nadie le disparará para callarlo.  El tigre se queda.

París, día 10 de subidón alistando para otra vuelta.  El último ejercicio del libro es escribir una carta hablando en tercera persona de ti mismo, de aquellas cosas que descubriste sobre ti mismo durante la lectura del libro.   Escribí con tantas ganas… me salió todo tan fluido, me dejé llevar por el sentimiento, me metí en el rol, me dejé creer realmente cada palabra positiva que estaba escribiendo, me sentía tan bien mientras imaginaba ese proyecto, mientras en mi cabeza lo imaginaba posible y luego detenidamente leí lo que había escrito.   Me gustaba cada palabra, me imaginaba a mi misma ejecutando cada acción y viviendo en el escenario de mi proyecto.  Deje que mi voz interior me hablara como en un susurro amoroso… “podría estudiar coaching para ayudar a mujeres adultas jóvenes a descubrir su potencial y transformarse en su mejor versión, voy a escribir … voy a trabajar con la asociación de ciegos y personas con discapacidad visual… voy a poner al servicio de esos dos grupos todo lo que aprendí antes de que mi vida cambiara.  Voy a leer todo lo que pueda mientras pueda.  En silencio, me acomodo bien en la silla del tren, pongo mis brazos alrededor de mi misma y me abrazo… se siente tan bien escuchar eso.   En ese mismo momento, me siento tan libre de decidir lo que quiero hacer con mi vida… no se que pasara mañana, pero ese sueño que me susurro, decidí que me lo quedo y lo disfruto.  Vuelvo a abrazarme siento una fuerza interior, escucho rugir al tigre y me digo… “disfrútalo, imagínalo posible… no le tengas miedo, que por soñar nadie nos cobra y mientras este vivo todo es posible”.

Así va la vida mamá, te haces una idea de como es la montaña rusa de emociones. Subidas y bajadas, pero quiero abrazar el tigre.  Tengo ganas de apasionarme con mi proyecto.

#CARTAS A UNA #MADRE · Libre y Revuelto

Que no se te da bien lo de los idiomas. ¡Joder! Pues yo me imagino siendo ¡políglota!

Me preguntas ¿cómo van las cosas?  Pero no se que responder… No lo sé mamá… Ni van bien, ni van mal…. Tranquila mamá, de salud estoy bien y estoy comiendo, no estoy pasando frio y estoy cómoda en casa, pero si estoy triste…  No te preocupes, no podrías arreglarlo si estuvieras aquí, así que no te afanes.  Lo que estoy viviendo hoy me lo curré yo solita… ¡Me lo trabajé con ganas!  Fui yo mismita quien escogió este camino, nadie me obligo.

¿Qué es lo que me pasa?   Pues que me toco bajarme de una nube… yo me había montado un cuento de que se me daba lo más de bien los idiomas… o tal vez quería creerlo con toda la gana.   Pero lo de vivir en otro país hablando una lengua extranjera hace que muestres realmente lo que sabes y de que este hecho…   Son muchos los retos… y hoy me parece que todos me quedaron grandes.    Alguien me dijo una vez, que mejor me dedicara a seguir aprendiendo Inglés porque se me daba más fácil que el Español, decidí abandonar mi espíritu de escritor y quemar todos mis textos porque resulto que “no tenia talento para escribir”, lo de esforzarme en esa área quedo enterrado y para las leyes de mi entorno… pasar mucho tiempo sentado leyendo fantasía era perder el tiempo.   Luego, estudié mucho y finalmente aprendí otro idioma, puedo decir que me defiendo bastante bien… y he tenido la experiencia de asistir a entrenamientos y trabajar en ambientes donde el inglés es requerido para hacer el trabajo.   Luego empecé a presentar exámenes y llegué a un buen nivel…  cuando llegue a este país estaba medianamente bien preparada para vivir el día a día, defenderme en las tareas cotidianas de la vida… Así que empecé a buscar trabajo en lo mío, en lo que sabia hacer cuando vivía en mi país y especialmente… en lo que tenia muchos años de experiencia y me pagaban bien.  Pero así mismo empezaron a llegar los obstáculos… Que necesitas tener un 7 en un “X” examen si quieres trabajar en aquello… que necesitas , que diga UK…  Que necesitas mejorar tus habilidades de escritura en Inglés… que necesitas cambiar tu hoja de vida… que necesitas dinero porque hay que estudiar este o aquel otro curso, o pagar este o aquel examen.   Y así como fui empezando a caminar por cada uno de los puntos, así se me han ido volviendo como las estaciones de un viacrucis.

Después de un tiempo las respuestas que he ido recogiendo unas buenas, otras regulares otras no se…  En resumen:

  • Presente el examen “X” tres veces, terca hasta que saque el 7 que necesitaba… pero luego tendría que pagar un dineral para homologar mi título universitario y adicional hacer un curso de 6 meses. Cuando estaba dispuesta a empezar a hacer lo del curso y todo eso, me llega la noticia de que cambiaremos de país, nos vamos mudar a otro con un idioma distinto.  Entonces para que me pongo a gastarme un dinero en un papel o un curso, que no va a servir en otro país.
  • Estaba buscando hacer lo de conducir para un trabajo en el cual ya tenia propuesta de contrato. Y que fui por lana y me mandaron trasquilada.  Después del examen de los ojos necesario para sacar la licencia de conducir me dicen: que no puedes conducir, que no tendrás licencia de conducir, que no podrás volver a conducir y encima me ponen encima a cargar diágnostico que se suponía no me tocaba heredar por ser mujer… pero me salio en la rifa y me afecta parcialmente las vistas.  Tome para que lleve me dijo la vida ese día, no le voy a dar lo que quiere, me dio otra cosa con que “entretenerme”.
  • Pero el único impedimento que tenia era conducir, pues pensé que para hacer el trabajo y firmar el contrato no era necesario conducir.  Finalmente yo seguía teniendo todas las habilidades requeridas y conocimiento, podía hacer el trabajo y utilizar transporte público o buscarme la vida para movilizarme.  Entonces mande un email diciendo eso.    Y me contestaron que era requerimiento “indispensable” para el puesto tener una licencia de conducir valida y propia del país, no les servía la extranjera.    ¡Uy! mamá, esa me dolió y ¡mucho!  Usted sabe todo el esfuerzo que he hecho yo desde antes por trabajar en eso.   Que lo hacia sin ser mi vocación, pero le metía ganas de hacerlo bien y que siempre di buenos resultados, como para que vengan a decirme que el malparido trabajo no se puede hacer sin un puto carro o sin conducir, cuando yo se que no es verdad.   Como si el montón de latas fuera un Transformer y llegara al hospital, para ser el optimus prime de los especialistas clínicos y vender todos los dispositivos médicos de la cuota.  Que idioma es ese, me dices, eso no es Español educado… si mamá, se llama Colombiano emputado.
  • Me pasé el trago amargo, me hice a la idea de que tenia que seguir buscando… En otra cosa, en algo que no necesitara manejar un carro para trabajar.   Pero se mezclo el rehacer la hoja de vida, el reinventarse, el repensar mi experiencia haciendo otra cosa, el preguntar me una y otra vez: ¿que más sabes hacer?  Y la más dura era: ¿en que otra cosa puedo trabajar? aceptando la … disminución en mi capacidad visual.  Si, hay que llamar las cosas por su nombre … La puta retinitis pigmentosa que me toco heredar como portador con sintomatología y ser el “caso raro”.    En parte por ella cada día hasta hoy me sigo preguntando… ¿Qué puedo hacer? y ¿En qué voy a trabajar con las habilidades que me tengo?
  • Entonces me volví a hacer la paja mental positiva, me digo que ya encontraremos algo. Escribí una lista de que habilidades adicionales a vender dispositivos médicos, consulté con amigos y familia…  Entonces llego la idea de volverse profesor, porque los idiomas se me dan bien.   Con esa idea sentí que ¡se me encendió el bombillo!  Y me dije a mi misma: aprovecha que estas en UK y que has estudiado tanto Ingles, de algo te tiene que servir ese 7 en el examen “X”, también puedes enseñar español y esos dos idiomas no se hablan en el país donde vas… tal vez eso te sirva para trabajar después de la mudanza.   Para resumirte el cuento, me rechazaron en el curso para profesor de inglés…  sin más y sin menos, que no tengo lo que buscan.   Que yo creía que era buena para los idiomas, pero parece que me cuesta mucho… que no me sale tan fácil como yo pensaba.
  • Luego una buena amiga intentando consolarme me dice: bueno aprovecha este tiempo y estudia francés… así vas aprendiendo antes de mudarte a Francia.  Mira que aprender un idioma siempre trae cosas buenas.  Yo miro a mi amiga, por dentro me escondo entre vergüenza de mi misma y admiración hacia ella, porque yo me agobio solo de imaginar como hace ella para manejar tres idiomas y estar estudiando Koreano.   Además, el francés se me hace complicado…  no se si es por la presión de cambiar de país, o por la obligación, o porque es un idioma en el cual me he sentido rechazada en el pasado, o si es porque tengo la nube negra encima, o porque no entiendo la belleza de esa lengua y su musicalidad…  no se por cual, pero se que me esta costando mucho.  Mi familia me dice para consolarme… pero no tengas miedo de irte a ese país, porque eres buena para los idiomas y aprendes rápido.  Que ellos y yo que creíamos que era buena para los idiomas, pero parece que me tengo que esforzar más de lo esperado y me esta costando sudor el tema.
  • Sigo en la busqueda de trabajo en UK, sin mucho exito.  Después de cada rechazo, de cada respuesta con un: No… Después de partir en pedacitos la frustración por los portazos anteriores, trato de deshacerme de la mala vibra y continuar con el positivismo.   Veo otras personas que han logrado cosas, voy y escucho a quienes han contado historias positivas de adaptación a vivir en el extranjero o matrimonios con extranjeros…  Escucho y no puedo estar más de acuerdo cuando dice Reymar Perdomo (la venezolana que nos ha tocado el corazón): “ser emigrante no es jodedera y el que diga lo contrario, que venga y lo diga desde afuera”.   Ver que no soy la única me consuela, ver que hay historias con finales felices me da esperanza y vuelvo a buscar la paja mental del positivismo…
  • Vuelvo a evaluar que puedo hacer con el inglés que sé, con el nivel que tengo, con la capacidad visual que tengo y con las muchas capacidades que tengo… pero ahora cuando me lo pregunto después de llorar toda la tarde… ya no sé. Me dice mi esposo con intención de consolarme: “sigamos buscando lo de ser profesora de español, eso te puede dar una solución una opción de trabajo, trata de empezarlo cuanto antes, no puedes ir mal en tu lengua materna”.   Yo asiento con la cabeza, en silencio, solo un suspiro suavecito y sonrío.  Pienso dentro de mi, el no se merece mis dudas y mis miedos en estos momentos cuando intenta ofrecerme esperanza, mostrarme su apoyo y su positivismo.   Pero dentro de mi una voz me dice y me repite las palabras de antes, cuando me dijeron que escribir en Español no era lo mío…  Ese recuerdo, cuando un profesor por zafarse fácil de mi, me dijo que mejor me dedicara a seguir aprendiendo Inglés porque se me daba más fácil que el Español.    ¡Ay! Mamá… En estos momentos recuerdo tanto cuando me decías, que mi problema era escribir y debía forzarme a escribir mejor cada día, que hablaba Inglés pero que no lo escribía, que tenia muchos vacíos que estudiará más y que empezara el curso de francés con tiempo, no fuera que un día lo necesitara.   De otro lado, mis amigos creían que eso de los idiomas se me daba bien, yo creía lo mismo, pero parece que la única que lo vio clarito fuiste tu, mamá… Porque sabias cuanto me había costado, cuanto me tengo que esforzar.

Al final del día, miro el libro que estoy leyendo con el cual me ayudo a hacerme las pajas mentales de positivísimo.  Lo agarro con toda la intención de sentarme otra vez y buscarle el lado positivo al situación, otro punto de vista, una respuesta a la pregunta ¿Qué puedo hacer?   ¿Dónde más busco?   Pero mis ojos se quedan fijos en el titulo:  Buscando tu elemento.  Pienso que si yo me preguntara a mi misma ¿cuál es mi elemento? ahora mismo diría: ser ama de casa, ser His Wife, o inventarme historias que le cuento a las matas en mi casa, o contarle a alguien todo lo que estoy sintiendo, o escribir para sacar todo lo que tengo adentro, para que no me ahogue, y que hacer pajas mentales me entretiene.

Mientras abro el libro… pienso en lo afortunada que es gente como el autor de este libro el Sr. Ken Robinson, porque hace lo que le gusta.  Pienso que hay personas afortunadas como: Liz Gilbert, o Depack Chopra, o Brené Brown, Gabrielle Bernstein, Seth Godin, Miguel Ruiz, incluso el ex cura Alberto Lineros… entre muchos otros escritores en temas de desarrollo personal.  Veo sus videos, sus libros, sus nombres… los admiro y los envidio,  piensos lo afortunados que son. Porque puede escribir lo que creen y hacerlo bien, publicarlo, ayudar a otros con eso y les pagan por eso.   En este libro (Buscando tu elemento) una de las preguntas es, ¿Qué habilidades admiras en otras personas porque consideras que tu no las tienes?…  Cuanto desearía ser lo suficientemente buena para escribir y lo suficiente para los idiomas, cuanto quisiera tener sus habilidades y hacer lo que hacen ellos…

Suspiro… y recuerdo las frases de mi esposo “… no puedes ir mal en tu lengua materna” y la respuesta de corazón seria: Mi amor si me sintiera lo suficientemente buena en mi lengua materna, me hubiera forzado a seguir escribiendo, si fuera lo bastante buena hubiera escrito una novela… porque imaginación para crear mundos ideales en mi mente me sobra.  Así como la nube con el cuento que me invente…  en el que es fácil lo de los idiomas y yo soy políglota… Yo me imagino un mundo donde trabajo escribiendo libros de desarrollo persona para latinas y doy charlas en TED talks.

La realidad es que aquí estoy, con mi mejor amigo Word, tratando de escribir porque me da la gana y me gusta… y no me importa si lo hago bien o mal. Es lo que me sale de los huevos hacer con mi tiempo libre.   Con el libro de gramática de las ingles en la mesa porque voy a volver a aplicar a lo de profesor… porque necesito que me digan que no mas de una vez.  Con el libro de actividades haciendo la tarea de francés, aunque sea por el amor que le tengo a mi esposo algo se me quedara y abriendo la pagina web del instituto cervantes para llenar la inscripcion al curso de profesor de español.  Aquí y ahora… ¡Me doy el derecho a soñar!